viernes, 5 de septiembre de 2008

LA PETITE TROTTE À LÉON

Quien mejor que alguien que ha estado allí para explicarnos LA PETITE TROTTE À LÉON. Aquí va la crónica de Joan Perales, de la UEC TORTOSA:

Después de un año de ser finishers del UTMB volvíamos a la meca del ultratrail, Chamonix. Este año con un gran reto, volver a ser finishers y conejillos de Índias (es la 1ª edición, y se ha de probar todo) de una de las carreras mes bestias que hasta ahora se han hecho, La Petite Trote del León, ni más ni menos que 220 km con 17000 m de desnivel positivo, en un tiempo no superior a 100 h.
A las 7.45 h del miércoles llegamos a la plaza, allí nos esperaban toda la expedición de la UEC, los amigos de Alcanar y mucha gente conocida. Por los ánimos daba la sensación de que íbamos a hacer algo grande, todo el mundo se quería hacer fotos con nosotros. En la plaza éramos 183 locos (eso de locos nos lo decía el mundo que le comentábamos lo que íbamos a hacer) con sus trajes de gala, los palos en las manos con sus mochilas cargadas hasta arriba. Llegaba la hora de llevar a la practica todos aquellos éntrenos que durante todo el año habíamos hecho.
A las 8.00 h dan la salida, a pesar de ser menos gente que el año pasado fue igual de emotiva, se vuelve a revivir las emociones, y a más de uno se le van a mojar los ojos. Salimos, y al cabo de nada teníamos a todos los compañeros al lado nuestro, Isa, Elena, Amaso, Pulga, Javi, Paco, Hermini, y Jordi, que nos acompañaron la mitad de la primera subida (|dónde nos vamos despedir y no nos veríamos hasta llegar a Chamonix, cuatro días después) allí se acabó la comedia, ahora nos tocaba trabajar.
Cogimos un buen ritmo (un pelín fuerte según el estratega del equipo: lo manso – apelativo de Paco-) que nos permite ir pasando equipos, entre ellos a los madrileños que a las primeras subidas ya llevaban a un componente del equipo tocado. Con aquel ritmo íbamos muy bien y lo vamos poder aguantar todo el día hasta llegar al refugio, la Croix du Bonhomme (primer objetivo de la carrera) después de 54,8km y 9148 m desnivel acumulado con un tiempo de 15 h 20, 2.00h menos del tiempo previsto. Cenamos, y dormimos cuatro horetas, (el que pudo, yo no, ya que estaba muy excitado y no voy a poder pegar ojo).
Toca el despertador vuelta, nos levantamos, desayunamos y encontramos a los andaluces que no veíamos desde la salida, comentamos la estrategia del día y decidimos salir juntos, arrancamos a las cuatro y media de la mañana, pero después de hacer la primera bajada deciden marcha sin decirnos nada. Pasamos el Coll de la Seigne (2516 m) y empiezo a notar la altura, me volvía a pasar el mismo que en Carros de Fuego, (a determinada altura me tapono y no puedo respira bien), aquí veía que me tocaría sufrir ya que todo el día ibamos por encima de los 2500 m pero bueno, eso era de espera, en las subidas no podía, aflojaba el ritmo, y me quedaba, pero en las bajadas recuperaba. Llegamos al collado de Checrouit donde paramos a comer, no nos privamos de nada, nos metemos un buen plato de espaguetis y dos cervezas cada uno ya que estábamos hartos de tanta agua de los ríos. Desde aquí cuesta abajo hasta Courmayer. Hacemos la subida a Bertone con un sol de justicia, llegamos, una coca cola y a continuar que todavía nos queda mucho. Coll de Sapin aquí habíamos quedado en decidir si dormíamos en Bonati o continuábamos a Sant Bernad pero a nadie se nos pasa por la cabeza dormir en Bonati y continuamos. ¡Eran las cinco de la tarde y todavía nos faltaba pasar por cinco collados, dos de ellos los mes altos de todo el recorrido el Cuello de Malatra (2928m) y el Coll de Ceingles (2817) donde volvería a sufrir, pensé en los consejos de Marten ningún catxo y adelante, y eso hice, en la bajada del collado de Malatra nos juntamos con unos belgas, con quienes llegaríamos juntos a Sant Bernad después de pasar ¡cómo no!, por| unos momentos CUCO (perdidos). Segundo objetivo alcanzado después de: 57 Km. y 8549 m de desnivel acumulado en 19 h. En el refugio encontramos a los andaluces que acababan de llegar, cenamos con ellos, después una ducha que hacía dos días que no nos duchábamos podéis imaginaros el tufo que hacíamos. Hoy decidimos dormir seis horas ya que el día se mis hizo largo.
Arrancamos a las siete de la mañana, tenía que ser un día tranquilo, de transición como decia Carlos. Salimos juntos tres equipos que al llegar a la primera bajada nos dejan, nosotros nos notábamos los cuadriceps cargados y no quisimos apretar ya que hoy había muchas bajadas y queríamos conservarlos, Llegamos a Champex con el primero de la CCC y vamos a la carpa de la CCC donde no figurábamos y nos invitan a marcha rápidos, de hecho nuestro recorrido no pasaba por allí. A las cuatro de la tarde llegamos al refugio donde paramos a comer, antes de emprender la subida fuerte del día. Para no perder la costumbre primera de todo pedimos las cervezas ahora eran de barril (vaya lo buenas que estaban), comemos, como no, pasta... yo que no tengo manías me meto un plato de arroz hervido con pollo en salsa (hacía días que no comía carne...). Emprendemos la subida, primero era planorra, pero tal como avanzábamos aquello se empinaba cada vez más hasta llega a la Fenètre de Arpette (2665 m) donde llegué muerta. Hasta ahí había sido el tramo donde había sufrido más, pensaba que aquello no acababa nunca. Pasamos el collado pensando que la bajada no sería tan técnica y que collons, era igual de técnica, no había cinco metros seguidos que pudieramos hacer una buena pisada. Después de bajar mil y pico metros llegamos al Collado de Forclaz, tercer objetivo conseguido, hoy habíamos hecho 49 km y 7236 m de desnivel acumulado en 16 h 49 min. Aquí no había refugio y montaron el xiringuito en un almacén de granja cutre a no poder más. Para dormir montaron una carpa con hamacas que hacia un frío que pelaba. Aquí tuvimos una sorpresa ya que habían venido a vernos el Kf y César que iban a Trien a ver en Pakirrin y Javi. Los andaluces ya estaban durmiendo, nosotros cenamos, nos duchamos y a dormir, hoy solo nos tocaban cuatro horas si queríamos llegar a buena hora a Chamonix.
Al levantarnos vemos que los andaluces habían marchado, desayunamos y arrancamos hacia el monte del Arpille desde dónde haremos una bajada que nos lleva al punto mes bajo de todo el recorrido (707m), para desde este punto hacer la subida mes larga (1933 m) hasta el collado de la Terrasse, una subida donde vamos a tener tiempo de parar en Le Tretient un pueblecito encantador en medio de una ladera en donde encontramos una tiendilla de pueblo, que la llevaba una abuelita de unos ochenta años que como no se aclaraba con los euros nos quería invitar a las cervezas, pero no aceptamos y le dimos diez euros por seis quintos. Continuamos la subida y llegamos al lago de Emosson, allí nos esperaba el cámara que grababa la carrera, nos hizo un buen reportaje, haciendo tomas de todas partes, de esta manera se mis hizo la vuelta al lago muy corta. Continuamos con la subida, ahora teníamos que llegar hasta el refugio. Una subida por un barranco con un sol que abría las piedras. Al llegar al refugio nos encontramos a los andaluces los habíamos recortado tiempo y nos comentan si queríamos llegar juntos ya veían que los cogeríamos, pero nosotros a nuestro rollo, entramos en el refugio y como siempre primero las cervezas, toda la gente que había en el refugio nos miraban con una cara. ... Como siempre para comer había pasta, yo no quiero ya me ha aburrido y prefiero comerme una ensalada. Al acabar de comer, hacia arriba, que todavía estábamos subiendo. Al final llegamos al collado de la Terrase, ya se había acabado la larga subida, ahora hacia abajo hacia los chalets de Loriaz. Llegamos después de una fuerte bajada y nos invitan a unos vasos de coca cola, continuamos bajando para llegar al collado de Montets donde empezaría lo ultima subida e iríamos juntos con los de la UTMB. Emprendemos la subida que se hace más amena, al llegar arriba vemos a los andaluces y nos proponen llegar todos juntos, a la cual nosotros aceptamos. Hacemos toda la bajada juntos contándonos las anécdotas vividas y ensayando como haríamos la llegada, cómo no, lo manso hacía de maestro de ceremonias nos decía como teníamos que entrar, al final entramos en las calles de Chamonix, llegamos todos cogidos de las manos haciendo la ola. Éramos la atracción de todo el público y de todos nuestros suporters que nos esperaban que llegásemos. Al final cruzamos la ansiada meta fundiéndonos en un fuerte abrazo los tres, después de 87 h 30 m, 220 km y 34.000m de desnivel, ¡¡¡RETO CONSEGUIDO!!!.
A pesar de no ser una prueba competitiva, de sesenta equipos inscritos acabaron 21 equipos y de estos nosotros acabamos en el once puesto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

IM-PRES-SIO-NAN-TE
Están hechos unos mulos de carga.
Me gustaría sabar que es lo que toman, en la última foto ¡que ojitos sacan!, voy a pensar bien, será del cansancio y del sueño.
Enhorabuena, teneis un par de cervezas pagadas, cuando os vea.

Monrasin dijo...

Como empiezes pagandoles una cerveza te arruinas. ¡También son máquinas de beber cerveza!
Lo que a mi me gustaría saber es que llevaban en la mochila y cuanto pesaba.
Pacooooooo

Unknown dijo...

He leido a Japoneses y a Chinos que escriben mejor que tu en castellano (tiempos verbales, cambios de genero, etc).

Me parece patética la manera que tienes de hablar de los "rivales" madrileños y andaluces, tu falta de respeto denota que has aprendido poco de las leciones de humildad que las montañas dan a los hombres.

A pesar de todo esto enhorabuena a tí, a los que iban contigo, y a todos los que acabaron, también a los que le echaron valor y comenzaron.