LA SENDA DE CAMILLE (SEGUNDA JORNADA)

No madrugamos mucho ya que hasta la 7 no sirven el desayuno. Tampoco nos lo tomamos con mucha prisa por lo cual empezamos a andar pasadas las 8 de la mañana. Un poco tarde.

Para esta jornada se nos unen dos amigos de Lleida, Divina (2ª en Coll de Nargó) y Antonio. ¡que fuertes andan los dos!

Cómodos los primeros kilómetros por carretera, en suave descenso hasta el camping de Zurita donde enlazamos con la pista que asciende por debajo de la Sierra d’Alano. Allí tenemos la agradable sorpresa de encontrarnos con los amigos de Sendero Límite que están luchando con las piedras de dicha sierra.

La etapa hasta Gabardito es larga y en lugar de pasar por el collado de Achar d’Alano, nos decidimos por la variante de Oza, ascendiendo el largo tramo que nos llevaría hasta el collado de Estriviellas desde donde disfrutamos de un descenso sensacional hasta la Selva de Oza, al ladito mismo del campamento Ramiro el Monje. Poco más de un kilómetro de descenso por la carretera y decidimos ascender por el itinerario de la carrera de Boca del Infierno hasta Gabardito, sin pensar en el verdadero rompepiernas de esta senda. La opción buena hubiera sido hacer el sentido contrario de la carrera tomando la calzada romana (o siguiendo por la carretera), hasta el desvío de la carretera de Gabardito donde la senda asciende directamente al refugio. Finalmente, y después de 6 horas llegamos al refugio donde reponemos fuerzas con el bocadillo que nos habían preparado en Linza. Menos mal, porque Antonio no llevaba y en Gabardito para hacérselo tenia que esperar a

que sirvieran docenas de huevos fritos antes de su bocadillo. Fuimos solidarios y entre todos lo avituallamos.

Reanudamos hasta el Collado del Foratón al que llegamos en poco más de hora y media, pero ya son las 5 de la tarde y calculando unas 4 horas hasta Somport y que la vuelta a Lledia iba a ser muy tardía, decidimos dejarlo en Lizara, salvo Roberto que ya que estamos no lo va a dejar a medias y sale “como una bala” en dirección al Puerto de Bernera y el Ibón de Estanés. Finalmente le costaría 2 horas y media escasas hasta Somport.

Más nos costaría a nosotros nuestra elección, ya que en Lizara no hay cobertura y montar la “operación rescate” nos llevaría más de esas 2 horas y media y todavía deberíamos ir a Somport a recuperar los coches. Roberto ya nos estaba esperando, desde hacía un buen rato y fresco como una rosa.

En esta jornada salieron 35 km, 2600 m postivos y 2425 negativos. Roberto finalizaria con 17 km y sobre 1000 positivos y negativos más.

La Senda de Camille es un itinerario bastante nuevo pero con mucha aceptación por lo que pudimos constatar. 7 refugios que en 6 jornadas resulta muy cómodo, asequible y encantador, con la posibilidad de ascender a cimas tan emblemáticas como el Petrechema o el Bisaurin.

Probablemente lo deberemos repetir el próximo año, hasta el final como no, pero en sentido contrario, puesto que en este sentido nos pareció mucho más dura la segunda jornada que la primera. Y desechando los “atajos”, que luego resulta que no son tales…

FOTOS.