LA CARRERA empieza con 45 minutos de retraso, a las 2h45 de la madrugada, ya con imprevistos: justo antes de la salida vándalos de un pueblo peruano habían quitado, en moto, muchas de las balizas (sticks luminosos) que señalaban el recorrido de la carrera. La organización se encontró con un gran problema, que pudo ser, dentro de lo posible, arreglado antes de que fuera dada la largada.
CLASIFICACION:
Yo iba entre los cinco primeros corredores de la general y me encontraba muy bien al ritmo del pelotón delantero, un lujo… Hasta que llegamos al Km. 7, donde encontramos un cartel que ponía “80 Km.” señalando a la izquierda, a una senda que bajaba un valle; y otro cartel que apuntaba a la derecha donde venía escrito “50 Km.”, indicando una pista que subía la montaña. (La supuesta campeona de la carrera de los 80 Km. ha seguido el cartel de 50 Km. en ese punto, como relataron muchos corredores que estaban corriendo a su lado. Una pena que justo allí no hubiera la alfombra para comprobar los corredores que pasan por el “bucle” de los 80 Km.).
Yo seguí bajando, siguiendo el cartel de los 80 Km. y las señales y balizas, hasta el un momento ya no veía ninguna indicación. Habían desaparecido por completo, no habían sticks, tampoco las banderas rojas. Regresé para volver a bajar la pista y nada. En un determinado punto las balizas dejaban de estar, una pesadilla. Iba conmigo un corredor peruano, buscamos las señales por otra pista y no encontramos nada, y por otra donde tampoco encontramos indicaciones.
Otro corredor peruano se juntó a nosotros, intentamos los tres juntos buscar por otra pista, pero al no encontrar nada, nos volvimos. Miramos por donde veníamos y llega un grupo de corredores con sus frontales iluminando nuestras caras de desanimo. Contestamos a todos los que llegaban que no sabíamos para donde ir. Así, todos juntos, éramos unos 30 corredores perdidos.Formamos un grupo grande y seguimos intentando... Luego decidí irme con otro corredor peruano, que me enseña una pista para seguir, que nos pareció la mejor opción porque veíamos una luz al final. Sería un avituallamiento? Sigo con él y que mala suerte, estábamos aún más perdidos, y ahora sin el grupo. Con 2h55min llegamos al primero avituallamiento de la carrera (Km. 11). Estaba agotada, muerta de sed y de hambre. Había estado 2 horas sin agua, estaba psicológicamente cansada por todo el stress de la noche, triste, pensando en todo el entreno que había hecho para correr esta carrera y parecía que todo si acababa allí. Pero sigo corriendo, sin pensar, ahora en la posición 60 de la general. Paso por corredores brasileños que conozco, paso las compañeras de equipo Manu (Brasil) y luego Diane (EEUU). Sigo corriendo, mirando las vistas increíbles del desierto peruano. Un mar de nubes en los valles y el sol arriba de todo, iluminando nuestras huellas sobre la arena color naranja. Espectacular.
Después de 11 horas y 28 minutos de mucho esfuerzo por las dunas del desierto peruano, cruzo la meta muy emocionada, en segundo puesto entre las mujeres.
Me saludan una corredora peruana-chilena llamada Karina y mi compañera de equipo brasileña Manuela. Lloro de emoción abrazada a las dos... por haber dado el mejor de mi cuerpo, de mi corazón y de mi cabeza. Había dado realmente todo. Estaba vacía, agotada, con los pies destrozados y quemada de tanto sol. Me ducho y recibo la premiación. La primera chica es Lidia Coloma (10h13) y la tercera es mi compañera de equipo Diane Van Dere (13h21). Corredores de Peru y de Brasil vienen a hablar conmigo, decirme que la campeona no había bajado al bucle extra de la prueba de 80 Km. antes del primero avituallamiento, que ella había hecho un corte, siguiendo el recorrido más curto, el de los 50 Km. Yo no me lo creía. La organización contesta que necesita de 48 horas para estudiar el caso con los jueces y dar el veredicto. Mientras no se sabe cual será su decisión, me pregunto: “¿Ha valido la pena completar la carrera con tanto sufrimiento?”. Durante la prueba pensé que sí, por eso segué hasta la meta. Ahora sigo pensando que sí, porque de todo siempre hay algo positivo y un mensaje bonito. Si me apunto a un recto, si tengo piernas, corazón y conciencia de lo que hago intento cumplirlo hasta el final. Si no estoy lesionada, intento siempre dar mi mejor. Estar en un país nuevo, correr por un sitio increíble, compartir tristezas y alegrías con gente nueva… conocer más de mis pensamientos y sentimientos. ¡Siempre merece la pena!
Gracias a la organización, en especial a Jaime, Mario y Nick, que han hecho de todo para arreglar los imprevistos y contratiempos de la carrera. Sigo corriendo, ya pensando en mi próxima carrera: The North Face Transgrancanaria, en los días 27 y 28 de febrero. Así que, dentro de menos de un mes, estaré en España, en otro lugar increíble, corriendo en otro terreno, con otra vegetación, otro clima, otra cultura y al lado de otros corredores. Espero recuperarme pronto para poder disfrutar al máximo y dar el mejor de mí otra vez.
¡Gracias amigos por los ánimos!
¡Enhorabuena a todos los corredores!
FUENTE: FERNANDA MACIEL.
Después de 11 horas y 28 minutos de mucho esfuerzo por las dunas del desierto peruano, cruzo la meta muy emocionada, en segundo puesto entre las mujeres.
Me saludan una corredora peruana-chilena llamada Karina y mi compañera de equipo brasileña Manuela. Lloro de emoción abrazada a las dos... por haber dado el mejor de mi cuerpo, de mi corazón y de mi cabeza. Había dado realmente todo. Estaba vacía, agotada, con los pies destrozados y quemada de tanto sol. Me ducho y recibo la premiación. La primera chica es Lidia Coloma (10h13) y la tercera es mi compañera de equipo Diane Van Dere (13h21). Corredores de Peru y de Brasil vienen a hablar conmigo, decirme que la campeona no había bajado al bucle extra de la prueba de 80 Km. antes del primero avituallamiento, que ella había hecho un corte, siguiendo el recorrido más curto, el de los 50 Km. Yo no me lo creía. La organización contesta que necesita de 48 horas para estudiar el caso con los jueces y dar el veredicto. Mientras no se sabe cual será su decisión, me pregunto: “¿Ha valido la pena completar la carrera con tanto sufrimiento?”. Durante la prueba pensé que sí, por eso segué hasta la meta. Ahora sigo pensando que sí, porque de todo siempre hay algo positivo y un mensaje bonito. Si me apunto a un recto, si tengo piernas, corazón y conciencia de lo que hago intento cumplirlo hasta el final. Si no estoy lesionada, intento siempre dar mi mejor. Estar en un país nuevo, correr por un sitio increíble, compartir tristezas y alegrías con gente nueva… conocer más de mis pensamientos y sentimientos. ¡Siempre merece la pena!
Gracias a la organización, en especial a Jaime, Mario y Nick, que han hecho de todo para arreglar los imprevistos y contratiempos de la carrera. Sigo corriendo, ya pensando en mi próxima carrera: The North Face Transgrancanaria, en los días 27 y 28 de febrero. Así que, dentro de menos de un mes, estaré en España, en otro lugar increíble, corriendo en otro terreno, con otra vegetación, otro clima, otra cultura y al lado de otros corredores. Espero recuperarme pronto para poder disfrutar al máximo y dar el mejor de mí otra vez.
¡Gracias amigos por los ánimos!
¡Enhorabuena a todos los corredores!
FUENTE: FERNANDA MACIEL.
3 comentarios:
GRACIAS POR LOS ANIMOS AMIGO!
La incertidumbre de Peru, te dara alas en Gran Canaria. Seguro. Mucha suerte campeona.
Enhorabuena por tu fortaleza Fernanda. Sobre todo por la mental!
Publicar un comentario