martes, 26 de marzo de 2013

GABARDIELLA

 Salida de 17km. y 1000+ de desnivel. Cartel indicador en el puente de Luxera (en una curva poco después del desvío a Luxera en la carretera Arguis a Nocito por el tunel de la Manzanera).

Se coge la senda hacia el este tras cruzar el puente. Siguiendo los mojones, se sigue hasta enlazar con la que parte del parking de un campo yermo 1 kilómetro después de donde hemos dejado el coche. Ya en la senda buena, recién limpiada y sin ningún problema pues no te puedes perder si la sigues y sigues los mojones, llegas a la cresta, divisoria del Valle de Luxera y Sescún. Cresta larga pero horrible. Hacia el Noreste Gabardiella, hacia el Suroeste Pico de la Luna, estamos casi pegado a este. Vamos primero al Pico de Gabardiella, que tiene unas vistas muy buenas del Pirineo, Guara, Fragineto y Borón et…,
Volvemos sobre nuestros pasos hacia le Pico de la Luna, seguimos por senda limpia hacia los collados de La Luna y Paules. Desde este amplio collado hacia el Sur Este iríamos a parar a Cuello Bail y Vadiello, pero seguimos hacia el Oeste para ir al Embalse de Belsue y luego sin cruzar la pista al coche. Solo hay que estar atento después de un largo tramo de pista a coger la senda. Pero está bien marcada con mojones.
Tras tres horas y media, sin parar el reloj, y con fotos incluidas volvemos a estar en el coche. Comienza a llover.
Otras dos rutas de Gabardiella:
Desde el Salto Roldan: Salto Roldan, Dolmen de Belsue, Embalse, la ruta de antes, y vuelta por el Dolmen. (Unos 40km. )
Desde Arguis: Pantano de Arguis, Pico del Aguila, Santolarieta, Salto Roldan, la ruta de antes pero la Cima de Gabardiella por donde hemos vuelto, Puente de Luxera, Luxera, Belsue Pueblo por pardina Ascaso, Meson Nuevo, Arguis Pueblo y Pantano de ARguis. (Algunos 55km.)

LEYENDA:
EL GIGANTE DE LA SIERRA DE GUARA
En la carretera que va hacia Huesca, a la altura de Siétamo se puede ver tumbado al gigante de Guara. Detrás de esa imagen del gigante yaciente hay una preciosa leyenda de amor, de tiempos en los que los montes tenían los sentimientos de los humanos.
Cuenta la leyenda que Gabardón tenía dos hijas, Gabarda y Gabardiella. Los tres eran felices y Gabardón estaba muy orgulloso de ellas. Gabarda era la hija mayor y siempre pensaba en ir a recorrer las tierras bajas para poder ver lejos el horizonte limpio sin montes por medio, así que se casó en las llanuras de los Monegros y allí vivió feliz.
La hija pequeña, Gabardiella, era más revoltosa y a ella le gustaban los montes, los ríos, lagos y bosques. Un buen día conoció a Gratal y se enamoró perdidamente de él. El tiempo pasaba y Gabardiella no podía dejar de pensar en Gratal, suspiraba por él. Un día Gabardón le preguntó- ¿Qué te pasa hija mía?, -hace días que te noto ausente y entristecida.
- Padre no puedo dejar de pensar en Gratal, estoy enamorada.
- ¿En Gratal? ¡Eso es una locura! Es el pico más pobre que existe, no tiene vegetación fresca, tan solo matorrales y pedruscos. ¡No lo consentiré!
A pesar de los esfuerzos por parte de Gabardiella para convencer a su padre de la unión con Gratal, no hubo nada que hacer. Gabardiella se quedó triste y desolada, y Gratal, que no podía controlar sus sentimientos, hizo todo lo posible por que Gabardón aceptara su unión, sin conseguirlo.
Así que juntos decidieron huir en una tarde de tormenta mientras las montañas se dedicaban a fabricar sus truenos. Atravesaron riadas y dificultades pero la fuerza del amor era más fuerte.
Gabardón, como ya era viejo, pidió ayuda a su amigo Guara que era un gran gigante, y tales fueron las voces que dio llamando a los amantes que los montes del Pirineo miraban compugidos, sin atreverse a decir nada. Cuando los encontró les pegó un fuerte manotazo haciendo que se cayeran por tierra, cogió un tajo de su clava y partió la montaña en dos, dando lugar al Flumen que empezó a correr.
A partir de se momento Gabardiella y Gratal quedaron separados para siempre, hundiendo sus corazones en un mar de dolor.
Gratal, que aunque no muy grande, si era decidido y tenía dignidad, decidió vengar su dolor y una noche cuando el gran gigantón de Guara descansaba, le dio un golpe mortal. Los terribles gritos de Guara no suscitaron ningún efecto, ya que murió y quedó tumbado para siempre.
Cada vez que circules por la carretera de Barbastro a Huesca fíjate y, cuando veas la silueta del gigante, puedes recordar la eterna historia de pasiones que guardan esas montañas.
Javisa.  

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1 comentario:

Germán Sanromán dijo...

Para el resto de los mortales esta ruta es muy bonita para pasar el dia caminando, y estar en la cima descansando hasta perder la nocion del tiempo.