Hace pocas horas, sus redes sociales daban la noticia, ni más ni menos que había establecido un nuevo récord de ascenso a la segunda montaña más elevada de la tierra, el K2 con sus 8611 metros de altitud. Esto escribía el francés:
“K2 sin oxigeno en un día.
Nuevo tiempo record: 11 horas.
¡Que viaje tan increíble, que montaña! El K2 en un día, sin oxígeno.
Nuevo tiempo de referencia: 11 horas.
¡Que jornada, que montaña, que emociones!
A las 11:10 del 28 de julio, me encontraba en la cima del segundo pico más alto del mundo, a 8611 m. Incluso, mientras escribo, todavía me cuesta creerlo. Cuando estuve allí, también me costó darme cuenta de donde estaba y como había llegado allí.
Partí a las 00:10 del Campo Base Avanzado, punto de referencia del antiguo récord de Benoit Chamoux de 23 horas (1986). Logré gestionar lo mejor posible esta ascensión particularmente exigente y comprometida, pero también simbólica. Hace 2 años exactamente, me desmaye a 8300 m algo que tuve muy presente cuando llegue a este punto.
Desde este incidente quería volver allí algún día. Estoy muy orgulloso de haber podido afrontar mis miedos y de haber iniciado esta aventura desde el prisma de la madurez. El 28 de jlio de 2022 no estaba listo. Esto es también la montaña. Crecer.
Recordaré el 28 de julio durante mucho tiempo; sin duda seguirá siendo uno de los proyectos más importantes de mi vida. Este día en el que todos los planetas están alineados.
Me sentí muy bien a más de 8000 metros y es de estas sensaciones positivas de las que extraigo la mayor sensación de éxito. Sin embargo no fue fácil, tuve que luchar especialmente en los últimos 150 metros. Me costaría mucho describir las sensaciones que sentí allá arriba, realmente no explote de alegría allá arriba…sentí un poco de tristeza. Al mismo tiempo llegue tan lejos en el esfuerzo y compromiso con este proyecto en general que cuando llegue allí todo retrocedió. Derrame lagrimas, cosa que nunca me pasa en la montaña. El K2 me cautivó desde el principio. Cuando estás allí arriba, es simplemente increíble: hay una sensación real de ingravides y de dejarse llevar debido a la altitud.
Guardo en la memoria la llegada al Campo 3, con luces dignas de otro mundo. Me dije “este es tu día, divertete”. También supe aprovechar todos estos momentos de contemplación y por eso esta subida superó con creces el récord. El sol que calienta los párpados, los amigos que encontramos, los colores. Me siento muy privilegiado”.
Aprendí mucho durante esta expedición. El K2 impuso su ritmo en todo momento y me obligó a estar en la incertidumbre hasta el último momento. Tuvimos que esperar 40 días a los pies de este gigante antes de intentarlo. Por eso también este logro tiene sabor a éxito.
Una aventura termina, pero deja espacio para imaginar otras nuevas.”Suponemos que el descenso lo realizó también en esta ocasión, en parapente.
40 días de espera, en el Campo Base, esperando la fecha ideal para el ataque dieron sus frutos este domingo, el nuevo registro es de 10 horas, 59 minutos y 59 segundos. 11 horas, sin utilizar oxigeno suplementario.
La ascensión la realizó ascendiendo por el Espolón de los Abruzos.
Un record que no ha pasado desapercibido en el mundo del montañismo y las felicitaciones no han faltado en las redes del francés, con reconocimiento de nombres como el propio Kilian Jornet, o los hermanos Pou, Sajid Sadpara, David Goettler, Stefi Troguet, Seb Bouin, Pipi Cardell y un larguísimo etcétera.
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