Han pasado ya varias
semanas después de mi segunda UTMB, y ya es hora de escribir la crónica.
Corro ultras por que
me lo paso bien en ellas. No todo el tiempo, es cierto, pero en conjunto
sí. Corro porque me encanta el ambiente y las personas, el compañerismo.
Pero sobre todo corro ultras porque son muy difíciles para mí. Si fueron
fáciles no las haría. No tendrían sentido. No es que me gusta
sufrir, pero sí que me encanta la sensación de estar físicamente al
limite. No busco el peligro tampoco. Nunca he entendido los
escaladores que dicen que sin el peligro sus actividades dejarían de tener sentido. No necesito arriesgarme la vida para sentirme bien, de hecho a mí personalmente me resultaría ridículo hacer eso. El peligro es un buen argumento para NO hacer algo.
Lo que me gusta de
las ultras es la pasión. Sentir pasión por lo que hago. La
concentración, el esfuerzo y la pasión van juntas en las ultras. Para
terminar tienes que sentir pasión por lo que estás haciendo. Hay muchas
cosas que me hacen sentir pasión en la vida, correr es una de
ellas. ¡Afortunadamente para sentir la emoción no tienes que ser buen
corredor en absoluto!
UTMB es la carrera
que más pasión me produce. Habrá carreras más duras - sí, más bonitas
-posiblemente, pero yo no he visto ninguna que consigue producir tanta energía como
la UTMB.
Chamonix es un lugar
precioso, magnifico. Te levantas la cabeza y la vista es
alucinante. La organización es casi perfecta. El ambiente
internacional en la carrera es precioso. Al hablar español e inglés y un
poco de francés y alemán pude hablar con casi todo el mundo. A mi me da
esperanzas por la humanidad. Ayudar, compartir, sentir la energía de
todos es muy gratificante.eligro sus actividades dejarían de tener
sentido. No necesito arriesgarme la vida para sentirme bien, de hecho a
mí personalmente me resultaría ridículo hacer eso. El peligro es un buen
argumento para NO hacer algo.
Para empezar, yo soy
un corredor del montón bajo. El año pasado terminé UTMB con 7 minutos de
margen sobre el corte final, y las últimas 24 horas fueron un lucha continua
contra los cortes, entré en los controles por 10 minutos, 4 minutos, y
contra una lesión de rodilla que me causé un dolor terrible durante muchas
horas.
Este año eché los
papeles otra vez al sorteo pensando que me tocaría dentro de un año o dos de
nuevo, ¡pero me tocó este año de nuevo!
LA CARRERA
Venimos el
lunes. Pasamos unos días fabulosos en Chamonix toda la familia.
Cogemos la pase para subir a los teleféricos por todo el valle. Realmente
vale la pena. Hay tanto que ver y el ambiente es único en el mundo.
Hacemos muchas pequeñas excursiones y a veces pienso que estoy dejando mi
carrera en las sendas de los días previos, pero vale la pena.
Cojo el dorsal el
jueves por la tarde, no hay nada de cola. Me encuentro con Javisa, su
sobrino Óscar y sus amigos de Zaragoza. Charlo bastante con Sage Canaday.
Esté fuerte y hablamos de los favoritos. Me encuentro también con Luis
Hernando.
El día de la carrera
intento dormir un poco de siesta. Este año estamos en un apartamento en
Chamonix. Muy bueno, mucho mejor que estar en un hotel en Les Houches
como el año pasado. Llego con poco menos de una hora a la salida. Lleno
a tope. Calor, no como el año anterior con la lluvia.
Empiezo muy detrás,
corro bien hasta les Houches, apenas paro, la subida sin prisas y sin pausa,
correr las bajadas sin pasarme. Rápido por Saint Gervais y Les
Contamines. Disfruto bastante ahora, controlando siempre, pero muy consciente
de la hora. Paso malos momentos por la tripa al principio. Pienso
cuanto me queda. La verdad es que esto es muy duro. 100 millas es
mucho. Mentalmente es difícil comprender que vas a estar corriendo dos
días y dos noches. Afortunadamente sé a lo que me enfrento.
La subida a Col
du Bonhomme y Croix du Bonhomme mucho mejor que el año pasado, claro no está
lloviendo este año! Preciosas vistas de las montañas iluminas por la luz
de la luna. Bajada cómoda y divertida a Les Chapieux. Aumento mi
colchón de tiempo, y esto es muy importante para mí. El único problema ha
sido mi tripa. Incluso antes de empezar no me encontraba bien. Me
había dolido con cada paso que doy corriendo. Con mi experiencia yo sé
que los malos momentos pasan, y al final, después de toda la noche, me
encuentro bien. Pero he pasado malos momentos, no es normal problemas de
tripa tan pronto. Como suficiente y bebo. Tomo pastillas de sales.
Intento cuidarme, confiando en la recuperación. 40 horas con la
tripa doliendo en cada paso serian demasiadas. He pasado “mala noche” y
seguro que podría haber ido más deprisa sin este contratiempo.
En la salida de Les
Chapieux me encuentro con otro británico y empezamos a trotar por la carretera
hacía col de la Seigne.
Pasamos a mucha gente. No llego a entender porque van tan despacio
aquí. Los minutos que se pueden perder aquí podrían ser vitales
luego. Para mí andar aquí es un error importante.
Subida buena a Col de
la Seigne, con
fuerza. La bajada tranquila y luego la subida extra al Col de los
Pyramides Calcaires. ¡Esta subida es larga, dura, nueva e innecesaria!
No tiene sentido. Se puede decir que es “técnica”, pero si se
compara con las sendas de la
Sierra de Guara no es para tanto. Se forman largas
colas de gente aquí. En la bajada aún más. Quiero adelantar a los
que tengo delante, me encuentro muy bien. Pierdo mucho tiempo y me
molesta. Me sorprende que mucha gente baja bastante peor que yo ( y
yo no soy especialmente bueno). Por fin hay espacio y corro a tope al
avituallamiento de Lac Combal. Comer rápido y sin pausa para la estación
de Arete de Favre. La bajada muy corredera, pero otra vez colas para
adelantar. La bajada a Courmayeur la hago mucho más despacio este año.
El año pasado bajé a tope para tener más tiempo en Courmayeur, pero fue aquí
donde noté que me fastidié la rodilla. Pido paso a un señora francesa y
me suelta un discurso, supongo que decía que yo tenía que adelantar donde
podía, que no se iba a quitar, que ella tenía que hacer su carrera.
Le doy la razón, pero no sé que se debe hacer en estas situaciones.
Entiendo que en una carrera uno tiene la obligación de ceder el paso a uno que
vine más deprisa. Pues bajo aún más despacio. No pasa nada.
Quiero salir en 20
minutos del polideportivo. Pero hay una cola larga para coger
comida. ¡Vaya! Tengo que comer, pues a perder otros 10
minutos. Solo me pongo más lubricante en los pies, cambio de calcetines y
cojo un poco de comida de mi bolsa. A seguir, 40 minutos aquí.
Demasiado. El año pasado más de una hora.
Me junto con una
americana y empezamos la subida. Brutal. Mucho calor, me acuerdo
que hay fuente en la salida del pueblo (hay dos de hecho). A
remojarme. La subida se hace larga. Es muy empinada. Veo a
bastantes personas bajando, se han retirado, creo que por el calor. Yo
estoy acostumbrado pero la gente lo está pasando muy mal. Es muy empinada
y sin descanso. Las subidas aquí son muy fuertes.
Arriba en Bertone me
obligo a beber. Salgo y los treinta segundos vomito. Y con
ganas. ¡Me sale todo el liquido y a gran velocidad! Pero
inmediatamente me encuentro mucho mejor de tripa de nuevo. Pues a empezar
de nuevo a hidratarme.
En el tramo a Bonatti
el año pasado casi abandono. Es donde tuve mi momento de iluminación y
una certeza de terminar la carrera. Este vez voy mejor, no perfecto pero
bien. El problema otra vez es la cantidad de personas. En la bajada
a Arnuva el año pasado iba a tope, este año toca esperar y intentar adelantar.
Es muy frustrante.
Como, bebo y
fuera. Me he juntado con otro chico británico de nuevo. Ahora es
el momento clave de la carrera. Subo aceptablemente bien al Gran
Col Ferret. Bebo arriba y para abajo. Aquí sí que podemos
correr. Es clave. Se puede ganar mucho tiempo sobre el corte
aquí. Adelantamos a muchos, ganamos mucho tiempo. Me encuentro con
Gary, un chico con quien había ido mucho el año pasado. Le saludo y
seguimos hacía abajo. Me encuentro con otra americana también, y llegamos
genial a La Fouly.
Salimos rápido de nuevo pero mi compañero prefiere andar de prisa.
Yo habría corrido pero vamos bien. Las vistas preciosas de glaciares
arriba. Se está haciendo de noche ahora.
La subida a
Champex-Lac es un poco penosa, pero la conozco y pasa sin problemas. Otra
vez tengo alucinaciones aquí, veo un edificio y no está en realidad y se
esfuma, veo formas en la roca. No tengo mucho sueño, no obstante.
En Champex-Lac pierdo a mi amigo en la multitud. Él había dicho que se
iba a dormir aquí y hago lo mismo. 20 minutos en un colchón un tanto
sucio y como nuevo. Pierdo 1 hora 10 aquí en total. Pero me da lo
mismo. Con la experiencia del año pasado y con más de 2 horas de margen
sé que, salvo desastre, puedo terminar la carrera. Me da mucha
tranquilidad.
Salgo y me encuentro
con otro hombre, un escocés llamado Craig, que se convierte en un buen amigo
durante la noche y la mañana siguiente. Ahora sí que estoy hablando
montón, como de costumbre en las carreras. Al principio de la carrera no,
pero ahora sí. Pierdo energía por la boca, vale, pero ahora toca
disfrutar y el tiempo me da exactamente lo mismo.
Craig había hecho la
carrera el año pasado también. Subimos otra vez, y empezamos a no
reconocer el recorrido en absoluto. Qué ha pasado? Vamos bien?
Luego cruzamos cascadas y nos meten una subida dura y “técnica”.
Me gusta, pero avanzamos despacio de nuevo. Muy empinada de nuevo.
En UTMB las subidas son muy empinadas. Más que, por ejemplo, en el GRP.
Por fin terreno
conocido, una vista preciosa a las luces de un pueblo grande en Suiza, ¿cuál
sería?
Bajada rápida, sin
pasarse, a Trient. Ves al pueblo abajo y aún quedan montón de
escaleras! El año pasado esto me remató la rodilla. Este año con
talento, sin problemas.
Ponen música escocesa
cuando entra Craig. ¿Casualidad? Craig ahora duerme con la cabeza
en los brazos 10 minutos. Le despierto. Bebo sopa, agua con gas y un poco
de fruta, como en casi todos los avituallamientos. Ahora sí que pasamos
tiempo en los controles!
Subida a
Catogne. Más dura de lo que me acordé. El año pasado subiendo con
miedo, ahora bien. La bajada a Vallorcine, buena y bonita. Otra vez
colas de personas, otros minutos perdidos. Yo suelo tener problemas de
estómago en las carreras, pero afortunadamente nunca tengo ni problemas de
ampollas ni musculares. Cuando se despeja corrimos bastante.
Ultima subida,
bonitas vistas, pero larga. Por fin a Tete aux Vents. Preciosa la
panorama. Calculamos la hora de llegar y llamada a la familia.
Disfruto mucho más que no tengo la presión horrible del año pasado. Menos
técnica de lo que me acordé. A la Flégère y para abajo. Avanzamos bien,
hablando con otro inglés que vive en la zona, ánimos para corredores de la PTL que nos adelantan.
Llegada a
Chamonix. Me parece que hay menos personas que el año pasado cuando
llegue tan al limite, pero aún así hay muchas. Aplausos, ánimos.
Esto solo pasa en UTMB. Por esto es la mejor carrera del mundo.
Ambiente espectacular. En la meta me junto con mis hijos y la cruzamos
juntos. Dedicatoria a mi abuela recientemente fallecida.
Contento. Doble
Finisher UTMB. Es dura, muy dura y larga, empinada y desafiante. Pero
tiene su secreto, y ahora no la tengo miedo. Respeto si, pero miedo
no. UTMB es como los juegos olímpicos. Hay otras competiciones
buenas y duras, pero ninguna en como ella. Para ir con la familia
Chamonix es una pasada.
Después de la carrera
al apartamento, a relajarme y a ducharme. Luego paseo por el pueblo de
nuevo. Creo que esto me ayudó a no tener las piernas hinchados como las
tenía e año pasado
El día siguiente
vuelvo conduciendo a casa. Mas de 1000km sin problemas! Unos días
después de la carrera decidí comprar las fotos oficiales y muchas fotos en esta
crónica son las oficiales que compré de Maindru Photo.
OBSERVACIONES
Solo dos problemas
que vi en UTMB. 1-El horario de depósito en Chamonix de la bolsa para la base
de vida en Courmayeur es demasiado corta. Deben aceptar bolsas toda la
mañana, no solo a a partir de la 12:30 (en principio habían dicho 14:00, pero
cambiaron de opinión). 2- Hay que reconocer que hay mucha gente
corriendo. Este año más que el año pasado, pienso. Esto es un
problema porque en varios tramos se formaban colas y era muy difícil pasar a
tanta gente. Sobre todo en las bajadas. Perdí bastante tiempo este año
atrapado detrás de personas que iban muy despacio. Tienes que ir al ritmo
del más lento, y el problema es que todo el mundo tiene un bajón en algún
momento y se forman tapones problemáticos tras el que se encuentra mal.
Se puede pedir paso, pero si tienes 20 delante es demasiado.
Investigo mucho en
una carrera, antes, durante y después y desde luego creo que ahora entiendo la UTMB. Este año me fue
mucho mejor, apenas con sufrimiento. Voy a compartir algunos de mis
secretos. Mis observaciones probablemente solo son validas para gente
como yo, personas que no han entrenado mucho y realmente solo quieren
acabar. Para los que quieren bajar de 38 horas, por ejemplo, puede que no
les sirvan.
1 Empezar
rápido. En las carreras de 100 millas suele ser un consejo malo. No
obstante en UTMB pienso que es fundamental. ¡Sin pasarse! Cuidado.
El gran problema para el corredor normalillo en UTMB son los cortes. Es
vital coger un colchón de tiempo sobre los cortes al principio. En el
primer corte tenía más de 40 minutos, y en Les Champieux sobre una hora.
El año pasado me adelantaron centenares de personas en la gran subida al Croix
du Bonhomme. Para mi es la subida más dura de la carrera, muy muy larga.
Este año, me esforcé mucho en este tramo para conservar y ampliar mi
colchón. Repito una y otra vez el tema del colchón. Sin el colchón
tarde o temprano vas a tener un problema, un bajón y si no tienes margen de
tiempo vas a ser descalificado. Es así de sencillo. ¿Cómo se consigue el
colchón? Ir rápido, no parar apenas en los primeros avituallamientos, no
hablar demasiado con la gente y no ir con otro corredor. Todo esto al
principio, luego puedes hacer estas cosas, una vez que tengas al menos 1 hora y
media de colchón.
2 Tener claro que vas
a terminar. Si has podido coger los puntos para UTMB es muy probable que
puedes terminarla. Aquí es la cuestión mental. Al principio hay
mucha gente corriendo adelantándote y tienes que tener la cabeza muy tranquila
para no empezar a preocuparte. Hay gente más rápida que tu que te van a
pasar. Si te paras a atarte un cordón te pasan 20. Pero tienes que
ir a tu ritmo, pero que sea un ritmo vivo. La carrera es muy larga y
cuando estás en la primera subida desde Les Houches y estás sufriendo (¡cosa
segura!) te parece imposible seguir así 40 horas más. Con la
experiencia sabes que se puede seguir. Este punto es importante.
Veo que para algunas personas la carrera “les va muy grande”. Esto no
quiere decir que no tienen capacidad ni experiencia para terminarla,
simplemente que no están acostumbradas a la magnitud de la carrera, a tener
tanta gente alrededor, de tantos sitios. Son corredores como tu al fin y
al cabo y tienes que tranquilizarte un poco y confiar en tu entrenamiento.
(En realidad tampoco hay que entrenar tanto para terminar esta carrera).
3 No parar en los
avituallamientos al principio. Vi a mucha gente sentada, relajada
aparentemente, al principio. ¡Se pierde muchísimo tiempo en los
avituallamientos! El tiempo vuela allí. Luego, en la segunda mitad, te
puedes parar, pero no lo hagas hasta no tener colchón. Superimportante.
4 No andar
todo. Vi a mucha gente andando en sitios que, al menos para mí, eran muy
buenos para correr. Repito que no soy bueno, pero vi a muchos andando
descensos fáciles y llanos, al principio.
Cada uno tiene su
ritmo, pero pienso que es prácticamente imposible terminar UTMB andando.
Si no puedes correr porque tienes destrozados los cuadriceps lo tienes muy
crudo si estás apurando los horarios de corte. Si tienes colchón de
tiempo es otra cosa. Se puede pensar que se hacen más fáciles los tiempos
de corte en la segunda mitad, pero esto no ha sido mi experiencia. Lo que
pasa es que una vez que tienes el anhelado colchón te puedes ir cogiendo 10
minutos más, 15 más cada vez en cada tramo si vas bien y esto te da
seguridad. Puede ser que, en condiciones normales, los últimos son un
poco más holgados, pero no todos! La subida a la Flégère desde Vallorcine
no es en absoluto fácil hacerla en el tiempo que te dan. Tampoco de
Trient a Vallorcine. Repito, si no puedes correr nada es casi imposible.
5 Quizás UTMB no es
la mejor carrera de 100
millas para novatos. Mejor el Gran Raid de lo
Pirineos en Francia, por ejemplo. Allí el ambiente es más relajado y los
tiempos de corte son mucho más fáciles y hay menos de ellos. UTMB es, en
mi opinión, bastante más dura. Las subidas son más empinadas, hay más
personas – es más difícil avanzar, y los tiempos de corte son más duros.
6 La segunda noche.
Este año al llegar a Champex-Lac con un par de horas de colchón decidí echar
una siesta. Es más fácil si tienes un amigo para despertarte, pero allí
un voluntario que repartía comida se ofreció a despertarme tras 20
minutos. Hay una carpa al lado con un montón de colchones y mantas.
El sueño no suele ser problema para mi, ni en la segunda noche, pero me eché y
supongo que dormí un poco. En todo caso no tenía ni más alucinaciones ni
sueño en el resto de la carrera. Si vas mal de tiempo puede que sea
arriesgado, pero me daba exactamente lo mismo terminar en 42 horas que en 44,
así que pensé que disfrutaría más después de la siesta, y fue así.
7 Hay que entrenar,
pero casi es más importante llegar descansado.
8 Disfruta.
9 Haz esta
carrera. Es la mejor del mundo.
Notas: Varias fotos
compradas de Maindru Photo.
Gracias a todos mis
amigos de Peña Guara por su apoyo. Dedico la carrera a Barbara Owen
Evans (28/09/1918 - 18/08/2015)
MARTÍN SCOFIELD.
DORSAL: 2254
4 comentarios:
Solo se ven un par de fotos, las otras no¿?
Grande Martín! Eres un crack!
Gracias por compartir estas crónicas.
Que cosas te pasan Manoli....Yo las veo todas!!!
Casi sin sufrir , no me lo puedo creer !!! enhorabuena campeon !!!
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