VADIELLO-MONTIDINERA-FRAGINETO

Un buen grupo y madrugador “sobre todo” hemos decidido subir a los Picos de Montidinera y Fragineto desde Vadiello. Picos por otra parte, bastante técnicos, sobre todo la bajada desde Montidinera a cuello Lizana (limpiada a “estraleta” hace un par de años), y la cresta del Fragineto, con unas vistas magníficas del Pico Guara y de los Pirineos, hacia el sur el Moncayo, la hoya de Huesca y el somontano de Barbastro.

Salimos desde el aparcamiento del embalse de Vadiello por los túneles que preceden a la presa, tras la cual comenzamos a subir por la pista, por la que se asciende durante 2 km. hasta encontrar una señal que marca el desvío a la izquierda por la senda que conduce a la ermita de San Cosme y San Damián. Nada más tomar esta senda, se pasa junto al esconjuradero de la Cruz Blanca, donde antaño se oraba para ahuyentar de la zona las tormentas de viento y granizo.

Desde aquí, se desciende suavemente hacia el barranco que nos lleva a la entrada del Santuario de San Cosme y San Damián, que tras su restauración en el año 2.006 ha sido cerrado al público por sus propietarios. A partir de este punto, se toma la pista de tierra en dirección al Huevo de San Cosme, y a unos 300 m. se encuentra la Fuente Santa, donde nos lavamos las partes que nos apetecen, por si acaso se produce el milagro de mejorar o recuperar o arreglar en su caso, lo que nos gustaría tener mejor. Es un bonito y fresco rincón para hacer una parada en las mesas de piedra junto a la fuente que da nombre a la ermita. Siguiendo la pista aparecen otras varias ermitas en absoluta ruina antes de alcanzar el desvío a mano izquierda hacia el Huevo de San Cosme y el magnífico bosque de carrascas. Continuamos en dirección al llano de la Carrasca, algunos “alcuerzan”, otros también, pero menos.

“San Cosme es un eremitorio que cuenta con un conjunto de ermitas, algunas de ellas en estado ruinoso, entre las que destaca la rupestre que le da nombre, ubicada al abrigo de una impresionante visera de roca y adosada al conjunto de la casa del ermitaño y la casa palacio de los Duques de Villahermosa. Por otra parte, Vadiello es lugar idóneo para ver el distinto efecto de la erosión sobre el conglomerado (Mallos de Ligüerri, San Cosme, El Huevo) y la caliza (Pico del Borón, Fragineto). Es zona de nidificación de numerosas aves rupícolas, por lo que es fácil la observación de especies como el quebrantahuesos, buitre leonado o alimoche y enclave con una excelente representación de carrascal mediterráneo.” 

Desde el llano de la carrasca comienza la ascensión al Pico de Montidinera, que permite contemplar tanto el valle del Guatizalema como las Gargantas del Calcón, con detalladas perspectivas de los Mallos de Ligüerri y del collado y Tozal de Guara. Seguimos la nueva pista, mucho menos transitada, que se dirige a una vaguada, que procede de una muy evidente y ancha canal que surca la falda del Montidinera. Inmediatamente antes de llegar a la vaguada, se abandona la pista por la izquierda, por una zona sin matorral, para encontrar algo más arriba una estrecha senda con algún hito. La senda nos lleva a una enorme roca situada en el centro de la canal y rodeada de matorral (El Pito). Bordearla por la izquierda, subir la gravera por la derecha y después por la izquierda, y luego siguiendo mojones, casi siempre por graveras, pasando justo por debajo de los mallos de la Predicadera, situados al Oeste, vamos cogiendo altura, para llegar hasta la cima. La subida a Montidinera es una gravera continua que con el calor se “agradece”, los compañeros comentan que vendrán en pleno agosto a hacerla al mediodía, y así no hará falta ir al desierto del Sahara.

Desde la cumbre podemos contemplar la cresta hacia el Fragineto, y las canales que, tapizadas de bosque autóctono, descienden hacia Vadiello y hacia el Calcón. Al fondo unas hermosas vistas de Guara.

Bajamos sin ninguna dificultad pero con cuidadin, unos cuantos estamos medio lesionados, que si esguinces, que si magulladuras por caídas, que si ….., el terreno está perfectamente seco. Técnicamente esta bajada tiene de todo: terreno pendiente, con roca descompuesta, con matorrales que te pueden meter la zancadilla, alguna pérdida si no te fijas bastante, destrepe (cuerda incluida), gravera (en madrileño, pedriza) para entrenar sus bajadas etc… Al final de la gravera y ya sin ninguna dificultad se llega al collado de Lizana. Aquí uno de los lesionados y tras las fotos de rigor, se despide para “alcorzar”. El resto sigue hasta el Fragineto…pero eso es otra historia.

JAVISA.

Otra historia rápida de contar y larga de finalizar.

Aunque antes habría que hacer referencia a que el descenso de Montidinera hasta el Collado de Lizana es el tramo más complicado del trayecto. Hasta el 2013 acometer este enlace era una verdadera aventura, pero ya en el 2013 y gracias a la carrera de la Integral de Guara el amigo Javisa hizo una buena limpieza de esta senda y ahora resulta relativamente fácil de seguir, disponiendo también de una cuerda fija en el tramo más complicado. Solamente hay que estar algo atentos al desvío hacia la derecha que sale  de poco antes de finalizar la clara pedrera por la que hay que pasar.

Enlazamos el collado de Lizana con la clara senda que asciende a Fragineto con buena disposición y mejor humor, mientras Javisa desciende hacia las Gargantas para finalizar un bucle algo más corto.

La senda poco a poco va ganando en verticalidad y espectacularidad, hasta llegar a la cresta de la Ronera, con Montidinera ya debajo de nuestros pies, infinitas las vistas hacia el Sur, con el Embalse de Calcón, toda la Hoya de Huesca e incluso el Moncayo y el riojano Pico de S. Lorenzo con su inmaculado blanco despuntando en el horizonte, mientras la verticalidad hacia el embalse de Vadiello y el rio Guatizalema se hace notar debajo de nuestros pies.

Y poco a poco el Pirineo, más radiante que nunca, va apareciendo ante nuestros ojos. Todo un espectáculo para los sentidos y para mi cámara de fotos.

Fragineto nos enamora siempre y las cámaras de fotos se llenan de alegría en esta cresta. El día y la compañía además se lo merecen, así que disfrutamos de la cima, de la cresta, de las vistas y de los y las modelos maginificas que tenemos hoy.

Poco a poco vamos venciendo la larga y vistosa cresta y saltándonos el Pico Corcurezo (1666 m), que queda a escasos 5 minutos del desvío al Collado de Petreñales, (empiezan a aparecer las prisas y el hambre) y ya iniciamos el descenso a un poquito más de ritmo hasta llegar al siempre entretenido y acuático paso de las Gargantas. Bonito descenso por un bosque mixto de pinos, tejos, chinebros, acebos, etc.

Pero aún nos quedará en pesado repecho hasta la ermita de la Virgen de Fabana y pasado el siguiente barranco un pequeño pero claro desvio hacia la derecha nos llevará de nuevo al Llano de la Carrasca para deshacer los últimos 4 km de inicio del recorrido.

Fueron unas 5 horas y media para 25 km y sobre los 1400+ con el siguiente parte de guerra y la gratisima compañía de:
LuisA. Hernando, "Los he visto más rápidos".
Isabel Sanjuan, Feliz como una perdiz.
Javisa, Ese tobillo se sigue hinchando, pero lo recuperaremos
Nieves, Tengo la piel muy delicada, me he quemado mucho el cuello y la cara.
Alma, "Que bonito es esto!!"
Lucas, Tremendo esguince y fuerte golpe en la rodilla.
Robert  "Me ha sabido a poco"
Javier Ullé. El día anterior descubrió que tenía un pueblo en Huesca. 
Yo. Fuerte catarro y enorme dolor de lumbago (serán los años!)

ALGUNA FOTO MAS

TRACK

 PD:  Y ya que estamos dejarme que os aconseje el libro que acaba de publicar Alma Obregón, donde de una manera muy amena nos cuenta como, sin haber hecho deporte practicamente en la vida, y partiendo de un 0 patatero, se puede llegar, simplemente con la fuerza de voluntad a correr los 100 km del Sahara o a tener como objetivo para este año entre otras las 100 millas de la LEADVILLE.

Y otro PD: Este recorrido coincide en  casi todo su recorrido (salvo el tramo de ida y vuelta Vadiello-Llano de la Carrasca), con uno de los bucles de la INTEGRAL DE GUARA que el 7 de junio celebrará su 3ª edición.  El otro bucle es tan o más interesante aún pues sube a la cumbre de Guara.