Hace unos días, en las Trail
Guara Somontano, de 35 km,
tuvimos la suerte de ver como Albert Giné, el conocido Puça, finalizaba la
prueba en un tiempo rondando las 8 horas 49 minutos. Un grandisimo corredor que
prácticamente llegaba casi el último. Pero es que Puça realizó toda la carrera
haciendo de guía a un atleta CIEGO TOTAL, Javier Fran Sin, de Barbastro.
Bueno, pues esta prueba solo era
un entreno de cara a su gran reto: La ULTRA TRAIL SERRA DEL MONTSANT, prueba de
100 km y entorno a las 4000 m. positivos.
Pues bien, ambos finalizaron su gran reto en un tiempo de poquito más de 22 horas y además teniendo que soportar unas condiciones meteorológicas tremendas con agua y barro durante gran parte de la carrera, sobre todo durante la noche.
Pues bien, ambos finalizaron su gran reto en un tiempo de poquito más de 22 horas y además teniendo que soportar unas condiciones meteorológicas tremendas con agua y barro durante gran parte de la carrera, sobre todo durante la noche.
Aquí va la crónica de PUÇA, porque yo me quedo sin palabras.
Mis ojos confirman que vieron un
milagro.
El viernes a primera hora de la
tarde fui a recoger a JAVIER FRAN a la estación de Lleida, y ya de
entrada me dijo que había entrenado poco…no es posible, pensé, pero si yo solo
le dije cuando nos enviábamos correos, que se olvidará de todo, que yo me
ocupaba de todo y el solo se tenia que dedicar a entrenar, madre mía!
Antes de salir de casa yo ya
sabia a que nos enfrentábamos: un reto descomunal y dificilísimo, pero nunca se
lo dije a Javier Fran, nunca, yo le decía que era un gran reto.
En el Trail de Guara yo pude
sacar muchas conclusiones y sabia que seria muy complicado y si además le
añadimos la climatología que hemos tenido… La verdad es que todavía estoy
asombrado que lo que “hemos hecho” a pesar de que me veo microscópico a su
lado.
El viernes por la noche quería
tranquilidad y rodearme de optimismo por eso decidí que iría a ver a un amigo
mío que tiene un camping en Siurana y allí pasaríamos la noche, Toni Arbonés. Para los que no lo conozcáis os diré que esta entre los mejores
escaladores del mundo, otro “loco” de los que me gustan, que luchan al límite
por todo. El es una persona que no sabe que es la palabra “difícil” pero que
cuando le presente a Javier Fran y le dije lo que queríamos hacer (él ha
corrido esta carrera y la ha ganado), nos dijo: “Estáis locos”?. Ostras pensé,
sí el dice eso….
El sábado de madrugada la madre
de Toni, la Josefina,
nos cuido como a hijos preparándonos fuera de hora un almuerzo tal y como pedía
la ocasión, mil gracias Josefina!
Después enfilamos camino de Cornudella del Montsant.
Llegamos justos de tiempo al
control de material, mejor! Ya que mucho rato antes de la carrera por allí con
todos pendientes de nosotros, no me gustaba tampoco ya que los protagonistas de
la carrera son todos los que participan, no nosotros.
Dan el tiro de salida y en
compañía de mi amigo Joe Rosich, hacemos los primeros metros deseándonos suerte
y yo de broma le dije: “tira, tira, que ya te pillaremos más adelante!”.
Pronto nos quedamos solos ya que
los primeros kilómetros de carrera son muy corredores y nosotros habíamos de ir
a nuestro ritmo que no era entonces malo (5,2 km/h) y así irlo
subiendo hasta llegar a llevar un ritmo de 5,7 km/h que es un ritmo
buenísimo para estas condiciones. Detrás de nosotros llevábamos al que cerraba
la carrera, un chico muy amable que admiraba lo que estábamos llevando a cabo.
Muchos de vosotros os
preguntareis como le descifraba lo que veina, pues: “levanta más los pies”,
“escalón de subida”, “agacha la cabeza”, “todo piedras”, etc, etc. Todo iba
dentro de lo esperado hasta que a media tarde comenzó a llover, eso lo
complicaba todo mucho más. Las piedras y rocas patinaban mucho y el peligro se
multiplicó en segundos, un esguince o caída era tan fácil como andar un paso
mas, ya que había momentos que no le podía decir “cuidado, levanta los pies por
piedra”, porque todo lo eran.
Solo deseaba que parase de llover
porque si las condiciones no cambiaban sería un milagro llegar a meta. Teniamos
a corto plazo el llegar como fuese a Cabacés en el km 52,2 antes del cierre de
control de tiempo que eran las 20:40 de la noche, pero lo que no podía imaginar
en la vida es que para llegar había de pasar por medio de una niebla que no me
veia ni los pies, me va a coger ganas de llorar, no podia decirle a Javier que
no veia nada, tenía que estar pendiente de la tierra pero también de intentar
ver las marcas que eran cintas y tambien mirar el reloj para saber que
estabamos en tiempo. Fueron unos kilómetros donde pensaba que la cabeza me
explotaba.
Cuando nos aproximabamos a
Cabacés siento unos gritos que eran de mi familia, vinieron mis padres, hermano
y como no mi mujer que en estos momentos su soporte es fundamental. Ellos me decían
que faltaban 10 minutos para cerrar el control, los tenia delante a dos metros
pero…no los veia, fue un momento de angustia y cuando solo faltaban 5 minutos
para cerrar el control llegamos, él, Javier Fran “bien” solo tenia los pies tan
arrugados del agua que parecían todo una llaga, yo destrozado mentalmente de
tanto estres y padecimiento.
Sin dudar en ningún momento y
después de comer y beber salimos, ya que en el km 71 hay otro control de paso y
teníamos que llegar antes de la 1:30 de la madrugada, en medio 700 m. de desnivel positivo y
800 de desnivel negativo, no se que era peor! Entonces, no se como pero las
condiciones van a empeorar todavía mas y que es peor de lo peor?. Perdonar,
pero no sabría describirlo.
La subida a la Figuera la hicimos
con ansia, desafiando al mundo, pero la bajada a la Vilella Baixa iba a
ser muy y muy difícil, todo era fango y la pendiente era muy pronunciada,
patinábamos muchísimo, no nos aguantábamos de pie, con esquís se hubiera bajado
mucho mejor era a lo que nos teníamos que enfrentar! No tenía miedo, pero si
que pensaba que en mis 60 kg
para aguantar a Javier pero aquella bajada enjabonada. Una vez acabada la
bajada nos dirigimos al control de tiempo de la Vilella Alta donde
llegamos a la 1:10 de la madrugada con 20 minutos de sobra!!! Parecía un
cuento, pero era real.
Faltaban 20 km para la meta, dicho así
me entra la risa si pensase en el tiempo en que puedes tardar normalmente en
hacerlos, pero apretaros el cinturón! Al salir dirección a Escaladei subíamos
hasta lo alto del pueblo donde había un cruce donde había una niebla que veía a
Javier y poco más y tiro a la derecha siguiendo las cintas que nos habían de
llevar a Escaladei pero que nos llevarían otra vez a la Vilella Alta.
Después
de 40 minutos y 3 km
llegamos otra vez al control y yo en un tono alto y un poco atacado de nervios
les digo “Que coño pasa si he seguido unas cintas!? Hacia donde es? Que pasa?”.
Nos dicen que al llegar arriba donde la niebla era tan intensa había que ir a
la izquierda, me quedo como un incrédulo al oírlo, ya que fui siguiendo las
cintas. Volvemos hacia arriba y al llegar al cruce tiro a la izquierda y también
había cintas. Hago parar a Javier (lo dejo solo) y me dirijo a la derecha para
comprobar que yo había seguido unas cintas, y sí, había cintas en los dos
lados, pero también tengo que decir que había un cartón identificativos con una
flecha reflectante que ponía hacia la izquierda que yo no vi con tanta niebla,
no culpo a la organización ni mucho menos, ya que el circuito estaba muy bien
señalizado! Que quede dicho!
Yo estaba muy nervioso, me sentía
culpable de aquel error. Javier solo me repetía que no llegaríamos en tiempo,
ya que en Escaladei estaba el último control de paso al que después de luchar
de una manera inhumana llegábamos cuando pasaban 8 minutos del tiempo de corte
horario, pero gracias al médico que había de la organización y al resto de
voluntarios nos dejaron fichar y asi seguir la carrera, cosa que hubieramos
hecho igual, sin duda!!¿ En aquellos momentos no nos preocupaba el tiempo
horario de carrera, solo queríamos
acabar aquella bonita historia de superación personal.
Seguimos dirección a la Morera
del Montsant sabiendo que teníamos hasta las 9 de la mañana para llegar a
Cornudella y con la sensación de que éramos invencibles y que no nos podía
parar nada!
Quedaba, sin embargo, la última
prueba, ya que la lluvia se va a ofrecer a acompañarnos hasta la meta con un
agua que hacia tiempo que no veía cosa igual, y que juntamente con el frescor
de la madrugada y el ritmo al que yo no estoy acostumbrado a llevar, hacía que
no entrase en calor, llevando un tremendo frío en mi cuerpo. Solo pensaba en
que Javier no me pidiera quitarle una piedra de la zapatilla, ya que no hubiera
tenido tacto para aflojarle los cordones.
Bajando ya hacia Cornudella por
medio de un río, ya que aquel sendero de bajada para nosotros era un riachuelo
que nos mojaba los pies hasta los tobillos, ya no notaba el dolor en ningún
sitio, simplemente felicidad y un orgullo inmenso de haber tenido el placer de
acompañar a aquel HÉROE. Faltando un kilómetro para meta pare para darle un
abrazo y decirle lo orgulloso que estaba.
A partir de aquí, todo lo vivido
queda ya dentro de nosotros y solo aquellos que han hecho cosas de las que se
sienten orgullosos pueden sentir lo mismo que nosotros sentimos ahora.
Espero que en algún momento os hayáis
puesto dentro de nosotros.
PD: Agradecer enormemente a Ramón
Morató todo lo que hizo por nosotros siguiéndonos las 22 horas de carrera. Soy
hombre de memoria y no lo olvido.
PD: Ayer participé en una de las
mejores clases de superación personal que alguien pudiera tener, nunca lo
olvidaré.
PD A toda la gente que con su
materia nos ha ayudado, GRACIAS: Jorcani con las HOKA ONE ONE MAFATE 2, Carlos
Ripollés con las barritas energéticas, PH Quirogel, Generación UCAN.
4 comentarios:
enhorabuena a los protagonistas, un reto realmente sorprendente, brutal y emotivo, mi mas sincera admiración
Cuando las noticias deportivas estan llenas escándolos y otras miserias humanas, bueno es poder tener a mano una lección como la que este par de sujetos nos ha dado.
Menos premios y mas valores.
Menos mirar al podio (menos, digo) y más saber leer una clasificación (el sentimiento que encierra, el sufrimiento que cuesta y el esfuerzo único e individual que conlleva).
No existe un "mejor" en una prueba, esta llena de "mejores", mejor que nos demos cuenta de ello.
Una opinión.
Vaya dos titanes y fenomenal trabajo en equipo, !Enhorabuena!
Precioso y emotivo a la vez!! Gracias Ramon por contarlo, eso si que es un retazo dificilisimo que precisa de entrega y dedicación!! A ver cuando nos volvemos a ver, que hay muchas ganas!!
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