Luis Alberto Hernando y Sergio Gimeno |
Esta es la crónica de Luis Alberto Hernando, ya un par de días después del intento de record y escrita con tranquilidad en Penitentes.
El
intento de record fue el día 3, después de una primera parte a muy buen
ritmo y con un crono espectacular, los problemas empezaron a aparecer,
poquito a poco, a partir de los 6200 m, haciendose muy peligrosos a
partir de los 6600 metros. Luis tuvo que darse la vuelta a menos de 100
metros de la cima. Así es la montaña. La bajada fue realmente penosa y
durisima, llegando de nuevo a Mulas sobre las 21:15 horas y ya Internet
solo funcionaba via satélite. El día 4 bajaron a Penitentes, donde
llegaron a las 23 horas de España. Es por eso que nos han tenido un par
de dias algo preocupados y nerviosos.
Asi fue:
-
A las 5:00 salgo de Horcones, mientras que Sergio sale de Mulas, pasa
por Nido recogiendo algo de material que habiamos dejado anterioremente y
sube a Independencia (6400) para esperarme y avituallarme.
- Son las 8:00 cuando paso por Mulas, me cambio de ropa, me avituallo y sigo.
-
A las 9:30 estoy en Nido de Cóndores, me cambio de calcetines y algo de
ropa, asi como me hidrato en el puesto de la patrulla de rescate.
- A las 11:15 llego a Independencia (6400 m), donde me está esperando Sergio con botas, crampones y algo de avituallamiento.
- Y más o menos a las 13:00 horas y sobre los 6800 m estoy derrotado.
Desde
la salida en Horconos a las 5:00 el ritmo y los tiempos de paso eran
los previstos y las sensaciones también. En 50’ llega a Confluencia
cogiendo un camelback y en poco menos de 3h estaba en Mulas 4300 donde
había preparado un avituallamiento y cambio de ropa y calzado. Hasta
aquí me encontré bastante bien pero ahora empezaba lo parte dura. Hasta
ahora lo había hecho corriendo casi todo excepto la “cuesta brava” 250
m+ bastante empinados que los ascendí andando. Después de avituallar y
ya con bastones seguí para arriba ya andando pero con ritmo sostenido y
con buenas sensaciones. Fui ganando altura rápidamente ya que este tramo
tiene bastante pendiente, llegando a Nido de Condores (5400) a las 9:30
aprox. Allí también tenia algo de avituallamiento y ropa que Sergio
había dejado por la mañana.
Seguí
con determinación y confianza, convencido de que iba bien de ritmo y
tiempo, para hacer la cumbre y bajar a Horcones de regreso con
garantías.
E n menos de una hora pase por Berlín y en poco mas por cólera(5970).
Desde
aquí empecé a sentir sensaciones algo extrañas que no había
experimentado nunca, pero seguí sin que me preocupara en exceso. Entorno
a los 6200 sin darme cuenta estaba perdiendo algo de coordinación y
equilibrio y la sensación de fatiga no era como las de una carrera
convencional. Poco antes de Independencia (6400), donde me esperaba
Sergio, empecé a no sentirme tan bien. Llevaba 6h
15´ y ambos decidimos descansar 15 minnutos, avituallar y ponerme las
botas y los crampones. También tomamos la decisión de no usar el Gran
Acarreo en la bajada. O mejor dicho, la tomó Sergio que lo había
reconocido y sabia que con la costra era delicado bajar, tan inseguro
como me vio no dudó en decirme que bajara por la normal.
Algo
recuperado ya, y aún con un tiempo aceptable, empecé la travesía, donde
más sopla el viento y mas frío hace, aunque tuve suerte y fue mejor de
la previsión que nos había dado la meteo.
El
ritmo decayó poco a poco, sin que yo fuera muy consciente. Así llegue a
la Cueva del Guanaco (6660) donde las fuerzas me seguían abandonando,
aquí protegido ya del viento empecé a subir la Canaleta (ultimo tramo
bastante empinado que lleva hasta la cima, con nieve muy pisada y algo
de hielo)
Volví
a sentir falta de coordinación y una fatiga muy extra que no me dejaba
controlar el ritmo, era como el de un ochomilista. Teniendo que paran
cada pocos pasos incluso mas lento que el día 25 cuando hicimos cima sin
ninguna prisa. Estaba totalmente agotado y para ganar pocos metros
necesitaba mucho tiempo, cayéndome prácticamente a cada paso sin poderme
sujetar ni con los bastones, sin coordinación ni equilibrio.
Uno
de los guías que iba con sus clientes, me dijo sin conocerme que no
merecía la pena, que el Cerro como dicen acá seguiría el próximo año en
el mismo lugar, seguí extenuado ya viendo a la gente en la cima. Volví a
sentarme, iba tan despacio que el grupo del guía (Claudio) me alcanzo y
me dijo que no me veía bien y me recomendó bajar, después de 30 o 40
min de pensar intentar avanzar aunque fuera un poco, volví a caerme,
pero intenté seguir. El mismo guía que estaba muy pendiente me dijo: “de
aquí ya no pasas, baja” (cosa que ahora en frío le agradezco mucho…)
Volví
a sentarme, y dentro de mi extenuado cerebro y con una ausencia de
oxigeno importante ( a +-6850) termine de ver la necesidad de bajar.
Entre tanto Sergio en lugar de esperarme al final del gran acarreo como
habíamos planeado bajo a Nido para coger avituallamiento y volver a
subir a mi encuentro, cuando estaba subiendo por Berlín un guarda parque
le dijo que me había dado la vuelta y que no iba demasiado bien.
Descendí
a un ritmo mucho menor que en el ascenso, para llegar a Independencia
-400m tarde “creo” que por lo menos 2h. Poco después me encontró Sergio,
no era capaz de comer ni beber, aunque él me insistía y yo sabia que
era imprescindible para recuperar algo de fuerza. Después de un descanso
de 20 min continuamos con el descenso. La bajada fue un poco angustiosa
y deprimente, consciente de que no había conseguido el record y ni tan
siquiera la cima a la que tuve al alcance de la mano. Poco a poco
llegamos a Cólera y parecía que empezaba a recuperar(5970).
A
partir de aquí conseguimos bajar a un paso normal, lento pero
coordinado. Ya había recuperado el equilibrio y la confianza, antes o
después estaríamos cenando en Mulas.
Llegamos
a Nido (5400), la patrulla de rescate nos puso un té caliente pero les
surgió una emergencia en la Cueva del Guanaco y salieron rápidamente.
Sergio
recogió el material que utilice en todo el recorrido y nos pusimos otra
vez en marcha para continuar con el interminable descenso.
Sobre
las 21:15 llegamos por fin a Mulas. Reconocimiento medico que nos
esperaba, todo ok. Y una cena potente, con alguna risa pero contrariados
y con mucha pena de como había salido todo. Nos metimos en el saco y ya
sacaremos las conclusiones y los errores cometidos cuando podamos ser
mas objetivos, que seguro en un par de días analizaremos y os
contaremos.
Ayer bajaron tranquilamente a Penitentes y hoy han descansado allí, donde se encuentran ambos en perfectas condiciones.
BLOG RETO ACONCAGUA.
BLOG RETO ACONCAGUA.
Luis y Sergio en la cima del Aconcagua |
2 comentarios:
El año que hice cumbre en esa montaña, un compañero nuestro se quería quedar a morir en La Canaleta, después de estar en la cima, en medio de una ventisca del carajo.
Nos costó convencerlo de que debía bajar una vez que se sentó en la nieve totalmente agotado, con el depósito vacío.
Cuando aparecen ciertos signos, es mejor tirar para abajo cuanto antes.
Lo volverá a intentar, seguro.
Sobrecogedor! Ya habrá otra oportunidad! La vida es larga! La ilusión es grande!
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