LAS GRADERAS DEL VALLE VIÓ. LA PREVIA.

Todavía quedan carreras como las de antes. Carreras rurales, carreras de pueblo, carreras donde una organización modesta, tremendamente modesta ofrecen unos recorridos maravillosos, y un servicio al corredor excepcional. Carreras en lugares perdidos, desconocidos, pero recorridos que no tienen nada que envidiar a ningun recorrido que podamos encontrar en ningún lugar del mundo.

Y es que en este caso estamos hablando de las GRADERAS DE VALLE VIO. Una carrera que se desarrolla en el entorno de Ordesa, ni más ni menos. Pero la encontramos en una zona más perdida, menos conocida, más olvidada. Estamos hablando de Buerba, una pequeñísima localidad perteneciente al municipio de Fanlo, en el Sobrarbe, en el corazón del Pirineo Aragonés. Un pueblo situado a 1143 metros de altitud, y un pueblo como son muchos otros en nuestro pirineo oscense. Un pueblo que se resiste a morir y que actualmente cuenta con 9 habitantes. Buerba posee una interesante arquitectura popular en la que destacan las altas chimeneas, la Iglesia barroca de S. Miguel del s XVII con su gran torre. Y también destaca su fuente y esa plaza con sus fresnos centenarios, así como algunas viviendas de turismo rural.

En definitiva, un entorno inmejorable con el Valle Vio situado en las inmediaciones de Ordesa, a los

pies del macizo del Monte Perdido y al lado del Cañón de Añisclo. Un valle escondido ajeno a la visita de los montañeros y que esconde pequeños pueblos que son la manifestación de una vida apegada al territorio, ejemplo de la forma de vida más tradicional de los pueblos del pirineo.

Las GRADERAS DEL VALLE VIO nació en el 2015, con la recuperación de caminos como factor principal para la organización de esta prueba. Una organización sencilla, muy modesta, de pueblo, para una carrera que siempre ha contado con escasa participación, pero que todos los que han participado hablan maravillas de ella y también, por que no decirlo, de la magnifica comida ofrecida por la organización tras la carrera. Tras unos años sin celebrarse, este año se recuperan sus 2 recorridos. Pero una carrera que muestra unos recorridos y unos paisajes realmente fantásticos e inmejorables, con el Macizo del Monte Perdido como espectador de lujo de la prueba.

Esto escribía mi buen amigo Javisa tras su participación en el 2017: “Que decir de esta carrera. Pasas por pueblos preciosos, algunos rehabilitados, otros en el más absoluto abandono. Pasas por puentes románicos, preciosos, con encanto. Corres por sendas que invitan a la contemplación, praderas que invitan a la meditación y el sesteo. Y sobre todo cuando corres, corres a gusto. Y como telón de fondo, la entrada al Cañón de Añisclo, con los Sestrales, el Mondoto y el Macizo de Monte Perdido en toda su extensión”.  Estas son las carreras.

ULTRA TRAIL. Salida en Buerba a las 7 de la mañana para un recorrido circular de 60 kms con 4586 metros de desnivel positivo. La prueba coronará las cimas del Mondoto (1962 m) en el km 25 y el Comiello (1889 m) en el km 45, pasando por localidades tan encantadoras como Gallisué, Vió, Sercué, Nerín, Buisán, Fanlo y Yeba. El cierre de carrera será a las 19 horas. Como decimos, muy poca participación este año también aunque destacan nombres como Oscar Plasin o Marc Jorda. En cuanto a mujeres, todavía no hay ninguna inscrita.

MEDIA ULTRA TRAIL. Las 7 de la mañana también marcará la salida de la prueba más corta. Será una salida conjunta. En este caso los corredores deberán realizar un recorrido de 28 kms con 2175 metros de desnivel positivo. Aunque esta es una prueba lineal y su meta se encontrará en la localidad de Nerín, 3 kms después de coronar la cima del Mondoto. Será un descenso frenético. Y con también muy poquitos inscritos destacamos la presencia de Raúl Marco, Rubén Fraga y Vlady Ochoa.

Pero recordar, que aún estáis a tiempo. Las inscripciones se cerrarán el jueves, aunque sí también se os pasa este plazo, seguro que el viernes, con una llamada telefónica, también podéis solventar este despiste.

INSCRIPCIONES.