
Después de las correspondientes fotos seguimos a un buen paso hasta y ya sin mucho desnivel hasta Nasarre,
un pueblo abandonado pero con una bonita iglesia románica totalmente reformada. Un pequeño tente-empie, despedida a los amigos que se volvian (las mujeres mandan y habían quedado para comer) y nosotros iniciamos la subida hacia la Sierra Lupera después de cruzar unos viejos campos, llegar a la nieve e intentar buscar el acceso más comodo, cosa bastante dificil, pero al final conseguimos entre bojes y nieves llegar a la primera cumbre donde nos metimos el bocata de jamón en el cuerpo.
Seguimos hasta la siguiente cumbre,
admiramos los cientos de buitres que revoloteaban por encima del barranco de Gorgas Negras e iniciamos el descenso a la brava, ahogando mis juanetes en la nieve. Total, mas no se podian mojar ya. En 15 minutos llegamos otra vez a Nasarre y nos acercamos a visitar la fuente artesana
y bien cuidada que esta al lado del pueblo. De allí una marcha bastante rápida hasta Otin, pasando por la antes señorial Pardina de Villanua. Pasamos por Otín casi sin disfrutarlo y nos metimos en las piernas la bajada de la Costera a toda leche. Otro que no llegaba, Oscar. Esta gente me lleva siempre a toda pastilla. ¡que estres!. Casí con la lengua fuera y sin mayores contratiempos llegamos al coche
y salimos disparados hacia Huesca, pensando y pensando en mis huevos fritos....¡¡otro dia será.- 23 km.
- 2400 m. de desnivel acumulado
- 7 horas.