martes, 9 de julio de 2019

LA PERDIDA DE LA MENSTRUACIÓN, EL PRECIO DE ESTAR EN LA ÉLITE.

Claudia Sabata
Traduzco este artículo aparecido en ARA.CAT y firmado por ALEIX CAMPRUBÍ, al ser un tema realmente interesante. Aquí esta:

Los excesos no son buenos. Incluso pueden comportar algunos dolores de cabeza. En el terreno deportivo, por ejemplo, se le han atribuido problemas cardiacos, obsesiones y trastornos alimentarios, desgaste del cuerpo o aumento de las probabilidades de padecer lesiones.
Sea por restarle transcendencia o por cierto tabú, hay aspectos más controvertidos o poco tratados abiertamente como es  el caso de la amenorrea, la pérdida de la menstruación, fruto de la practica deportiva de alta intensidad, que padecen una buena parte de deportistas de élite. Las causas son multifactoriales, se basan en el estrés físico, pero también en el estrés emocional y la dieta, que comportan anomalías en el ciclo menstrual que pueden derivar en estados postmenopáusicos.
La atleta femenina con más proyección del año 2018 para la Unión de Federaciones Deportivas de Cataluña, la esquiadora y corredora de montaña Claudia Sabata, explica que el aumento de horas de entrenamiento y del nivel competitivo que hizo a principios del 2017 van a derivar en algunas irregularidades en el ciclo, y aquel año tan solo va a tener la menstruación en 3 ocasiones. "Eran reglas muy dolorosas. De hecho, eran no ovulatorias, que bajan por el efecto de la gravedad y no porque hayas generado suficientes hormonas", explica la corredora. Sabata tan solo ha menstruado una vez este año, en un descanso pasivo que hizo durante una semana. "Tu cuerpo no tiene energía o capacidad para producir las hormonas necesarias, toda la energía la guarda para la actividad deportiva. Eres como una máquina de hacer horas de deporte", resume. Explica que su caso amenorreic viene dado por el alta exigencia a su cuerpo, porque no ha estado sometido a un alto estrés psicológico y tampoco se trata de un tema de dieta, ya que ha probado algún cambio sin éxito: "Quería aumentar perso, pero solo ganaba músculo".
Otro de los numerosos casos es el de la corredora de montaña Sheila Avilés. Fuera o no por la práctica deportiva -entonces de menor intensidad-, la primera regla ya le llegó tarde, a los 15 años, y siempre la ha tenido irregular. "Hace 3 años me voy a comenzar a exigir un poco más y desde entonces solo la he tenido 1 o 2 veces al año. Hasta hice un periodo de descanso y no me bajo", explica otra de las corredoras del momento que se ha colgado el bronce en el mundial de trail de este año. Su amenorrea se debe al bajo porcentaje de grasa -"El resto funciona bien", asegura- y al estrés físico del entrenamiento y comenta que actualmente "es difícil que vuelva a venir por más que haga una ingesta alta y adecuada". Como Sabata, lleva un control con médico y nutricionista y tampoco se ha querido hormonar: "Es una tontería. El cuerpo es sabio, si no baja es por alguna cosa, y no me gusta meterles ayudas extras al cuerpo". Defiende que la recuperara el día que deje de hacer deporte intenso, que si se toma alguna cosa  tampoco bajara bastante y que  "hay alternativas más saludables, con la dieta, haciendo un periodo de descanso más elevado a con más ingesta de calorías".
Con 17 años, Laia Gonfaus tuvo la primera irregularidad en los mundiales de jóvenes de Skyrunning en agosto pasado, con un retardo de un mes. "Pensé que era por los nervios, pero se debe al aumento del volumen de trabajo, ya que nunca había entrenado tanto como aquel verano", explica. Gonfaus no ha vuelto a tener ningún problema, pero se trata de un tema que le inquieta: "Nunca me había pasado y me va a preocupar bastante, pero no se que remedio pudo poner si acabo teniendo amenorrea. Antes de hormonarme miraría muy bien si tiene efectos secundarios. Aunque puede ser un problema importante se habla muy poco, incluso no sabia que tenia nombre", reflexiona.
Pero hay muchos deportistas que deciden hacer caso a la mayoría de médicos y hormonarse. Ariadna Arisó hace más de 8 años que compite en alto rendimiento -tiene 19- y desde los 2 años de tener la menstruación se medica cada 3 meses para que le baje. "A los 14 años entre en la Residencia de alto rendimiento Joaquím Blume y me dejó de venir de manera natural", explica. Ahora ha cambiado la natación sincronizada por el triatlón y sigue con el mismo problema. "Los médicos me dicen que es normal, ya que solo tengo un 10% de grasa y que hormonarme es la única alternativa si no quiero dejar el deporte", explica. Ariso asegura que la medicación no le ha supuesto ningún problema ni ha supuesto ningun cambio pera ella, pero recuerda que algunas compañeras no se medicaban por miedo a ganar peso y podian pasar mucho tiempo sin tener la regla. 

LA TRIADA DE LA ATLETA
La amenorrea puede comportar algún beneficio en el campo deportivo, como la regularidad de no haber de estar pendiente de los periodos menstruales, pero también problemas. La denominada triada de la atleta es un concepto que además de la propia amenorrea incluye desordenes alimentarios y sobre todo osteoporosis. Sabata defiende que no es directamente un problema para ella ya que el gran impacto del deporte de montaña ayuda a la remodelación osea -cosa que no pasa nada en la natación, por ejemplo- pero Aviles teme lo que pueda pasar en un futuro, sea por artrosis u osteoporosis, o fracturas de estrés.
Sheila Avilés
El doctor en ginecologia y obstetricia de la Women's Carmona Dexeus Francisco Carmona, explica que, aunque el impacto protege, la tendencia es tener más osteoporosis y riesgo de fracturas. Por otra parte, "la falta de hormonas y ovulación puede influir en el rendimiento, los ligamentos se pueden hacer más elásticos y pueden tener peor rendimiento y, si el deportista cae en una lesión, la falta de hormonas puede hacer que tarde más tiempo en recuperarse", argumenta el especialista. Considera que la triada de la atleta puede ser un "problema serio" y que, como que muchas veces los deportistas comienzan muy jóvenes, "todo el proceso de maduración de todo el sistema reproductor se puede ver alterado, se puede relantizar, y les puede dar problemas a largo plazo muy importantes". El médico especialista en obstetricia y ginecología del Hospital Sant Joan de Deú, Lluis Amat, coincide que "no debería dar ningún problema", aunque si el periodo se prolonga, puede conllevar una pérdida ósea y derivar en osteoporosis prematura. 
Más alla del porcentaje muscular y de grasa, intervienen factores como la alimentación o el estres físico y emocional, por lo cual se trata de una causa multifactorial. "Tambien hay una tendencia natural que una mujer pueda tolerar un estrés mas alto o un porcentaje de grasa más bajo que otras", dice el doctor Carmona. "La falta de regla es la punta del iceberg, lo más grave es la falta de ovulación y falta de funcionamiento del ovario. La regla no ha dejado de funcionar, pero las consecuencias son las mismas, como los trastornos  a largo plazo. Cuando recuperan el porcentaje de grasa adecuado, recuperan la regla, pero si tienen la maduración alterada, les puede costar más", reflexiona el profesional.
Otro aspecto que preocupa a las atletas es como puede afectar a la fertilidad y a la maternidad, "ni los médicos lo tienen del todo claro", dice Sabata. El doctor Amat apunta que "no esta demostrado que pueda tener ningún efecto perjudicial, si la atleta se queda gestando con unas buenas condiciones físicas, y sobre todo un peso normal", mientras que el doctor Carmona asegura que el problema se podría cronificar y entonces se habría de tratar. 

UN PROBLEMA COMÚN PERO CON POCA INFORMACIÓN
Si en una coinciden todos es en la falta de información, estudio y debate sobre el tema. "Practicamente todas mis compañeras tienen irregularidades, podria ser un 90%. Tan solo conozco a una que no le pasa y más de un 50% no tienen la regla, pero muy pocas llevan control, la mayoría toman anticonceptivos o lo dejan pasar", lamenta Sabata. Avilés destaca: "No te preocupas hasta que te pasa". Ella se hizo pruebas para descartar otros problemas y después se dio cuenta que le pasa a mucha más gente. "No se habla mucho, pero lo comentas en pequeño comite y el resto esta igual. Se debería prestar más atención", sentencia. El doctor Carmona considera que se debe al hecho que "no hay tantas deportistas de élite", aunque "los médicos que se dedican directamente al deporte deberían tener más conocimiento, falta asesoramiento ginecologico". En la misma linea, el doctor Amat añade: "Tanto los entrenadores como los mismos atletas deberían conocer los riesgos de llegar a unas condiciones que comportan alteraciones hormonales de este tipo y hacer una buena prevención".
El tratamiento de la amenorrea en los deportistas también genera discrepancia entre los profesionales. "He pasado por 7 médicos y todos me dicen que tome pildoras anticonceptivas, que no había alternativa, era eso o dejar de hacer deporte", explica Sabata. Avilés dice que le gustaría poderse informar más para intentar que le baje de alguna menera: "Tambien soy consciente de lo que puede pasar, como fracturas u osteoporosis, pero no encuentro ninguna solución". Como la mayoría, el doctor Amat apuesta por el tratamiento hormonal siempre que se pruebe que las causas están directamente relacionadas con la práctica deportiva intensa, y previamente se haya intentando resolver adaptando "los aspectos alimentarios para recuperar un peso adecuado -por encima del 20-25 % de grasa corporal-y las cargas de entrenamiento".
Laia Gonfaus
Pero no todos los prefesionales coinciden que la solución sea tomar medicación para hormonarse. El doctor Carmona apunta, primero, que algunos anticonceptivos están prohibidos por algunas federaciones deportivas, ya que algunos componentes tienen efectos anabolizantes, que ayudan a subir el peso y la masa muscular y otros "aunque no sean sustancias prohibidas, pueden serlo cuando metabolizan". Por ello, y para evitar la medicación, con los casos de Sabata y otras deportistas ha optado por fabricar un ciclo artificial a base de suplementar hormonas naturales, vía oral o transcutánea, lo que requiere más tiempo, y paralelamente trabajar con el nutricionista , para llevar un estilo de vida con menos estrés: "El nivel de exigencia a estas alturas es mucho", lamenta.

DEPORTE Y RENDIMIENTO COMPENSAN?
Más alla de todo esto, la amenorrea puede ir del brazo de otros problemas secundarios, segun explica Sabata, como sofocos, falta de deseo sexual o sequedad vaginal y cutanea, por tanto como en un estado menopáusico. De hecho, los análisis de la berguedana la situan en un estado postmenopausico. "Es difícil tener una vida afectiva normal, ya que vives muchos aspectos desde otro punto de vista y puedes parecer una persona mas fría, pero realmente tan solo lo eres en unos aspectos y eso puede conllevar cambios en tu entorno", lamenta. Se trata de una perdida progresiva y, por tanto, "no te das cuenta hasta que no llega a un estado más avanzado", dice.
Para estas deportistas, hacer deporte y la competición compensan la problemática, y por eso persisten. Sabata tiene claro que el deporte la hace feliz y, si hubiera sabido de la existencia de la problemática antes, habría dado el salto igualmente. "No sólo es la competición, podría prescindir, pero no dejaré de entrenar y hacer montaña", asegura. Avilés también valora muy positivamente estar "en el porcentaje de grasa bajo para rendir al máximo": "Si no, no eres tan competitiva". "En el alto nivel tampoco se está muchos años, es un trámite, e imagino que después se normalizará mi cuerpo", añade la igualadina. La corredora prioriza ahora "un buen rendimiento y llevar un control", dice que se siente "fuerte" y que nunca le ha afectado ni en el día a día ni en las lesiones. "No dejaré de entrenarme, al contrario, quiero intentar añadir volumen para sentirme bien, ya que nunca me he entrenado a gran volumen", asegura.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por traducirlo y compartirlo, uno de tantos temas tan interesantes como desconocidos para casi todo el mundo...

شركة رواد الحرمين dijo...
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