El tramo aragonés, se suele
comenzar en Pont de Suert (Lleida), a pocos kms de la muga fronteriza, finalizándola
en la muga con Navarra, poco más allá de Fago, podríamos decir que transcurre
por el prepirineo en su mayor parte.
La altitud media por la que
discurre el sendero es de unos 1500
m y su altitud máxima, 2350 m, la encontramos en la
Colladeta L'Ibón, entre el circo de Armeña y la Basa de la Mora o Ibón de Plan.
Unos 250 km y algo más de 12.000 metros de
desnivel positivo que se suelen hacer en etapas que llenan un par de semanas,
recorriendo senderos poco transitados de nuestra cordillera que se sumergen en
la historia, la cultura, el arte y como no, también la gastronomía del alto
Aragón.
En cuanto al GR15, hay que
señalar que toda la zona aragonesa se encuentra perfectamente marcado, con las
características marcas rojas y blancas, así como con infinidad de señales de
madera indicando las direcciones y distancias a los diferentes sitios.
1ª ETAPA: BONANSA-LAFORTUNADA. 73 km. 3500+ y 12 horas.
Tras un enorme madrugón, pasar
por Sabiñanigo a recoger a Samuel, poco antes de las 8 de la mañana aterrizamos
en Bonansa, la zona más oriental de la provincia. Pocos minutos después Samuel
y Oscar iniciaban esta larga travesía, con muchas ganas y también con mucha
incertidumbre después de prácticamente 2 meses de encierro en casa. Una
incógnita como iban a responder las piernas.
2ª ETAPA: LAFORTUNADA-LINÁS DE BROTO. 66
km y 3500+ y 13 horas.
3ª ETAPA: LINÁS DE BROTO-CASTIELLO
DE JACA. 60 km;
2500+ y 11 horas.
Saliendo de Linás nuestra pareja
evito el paso por el bonito y abandonado pueblo de Otal, ya muy conocido por
ellos. Así desde el cordal del pico Erata descendieron hasta Yésero, para
seguir por Gavín y llegar hasta Biescas, donde se les unió Javi Sanagustín.
Tras Biescas llegarían Yosa y Aso de Sobremonte, enclavados en un precioso valle donde
pudieron degustar unas cervezas en la compañía de Oscar Pérez, residente
precisamente en en dicho valle.
Tras la visita paso por Acumuer,
Larrosa, Cenarbe y Castiello de Jaca, acompañados los últimos kilómetros por
una temperatura muy agradable y alguna buena tormenta para refrescarse.
Han sido 4 días diferentes,
viendo a escasas personas por casi todo el itinerario, algún lugareño y poco
más. Y con prácticamente toda la hostelería cerrada. Días extraños tras dos meses encerrados y
saliendo, muy poquito a poco de nuevo a la vida. Todavía se leía el miedo en
muchas de las caras que hemos podido ver por el itinerario, pero en cambio
hemos podido disfrutar de una primavera en su máxima expresión y con la
naturaleza más salvaje que nunca después de dos meses libre de humanos.
1 comentario:
Qué gran actividad!
Vaya dos fenómenos, (bueno, tres....)
Tantos caminos que descubrir, tras la hibernación, buscando el rastro de la "normalidad" .
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