
El Anillo de los Picos de Europa es un recorrido que enlaza los 8 refugios de los Picos de Europa. Son aproximadamente 110km con un desnivel que de más de 10.000m+. En realidad este anillo está diseñado para hacerlo en varias jornadas, aunque algunos nos empeñamos en hacerlo en una sola tirada. El anterior récord femenino estaba en 29 h. 08'
"La hora prevista de salida son
las 09:00h y el lugar elegido para completar el recorrido circular es Poncebos.
Tras pensarlo con detenimiento quiero tener suficientes horas de luz para
atravesar el Macizo Occidental pasando por sus tres Refugios de día, Vega de
Ario, Vegarredonda y Vegabaño, ya que es una zona en la que la niebla es muy
habitual y el GPS puede perder algo de señal.
Todo preparado: la ropa elegida
es una falda con mallas compresivas y camiseta de manga corta de la marca
deportiva WAA (todo un acierto) ya que la previsión del tiempo me dice que las
temperaturas serán muy agradables incluso en altura. En la mochila llevaré una chaqueta y pantalón
ligeros de goretex (también de WAA) y guantes por si la climatología cambia.
También llevo el frontal con batería de recambio, el GPS con pilas de recambio,
manta térmica, dinero, móvil, visera, gafas de sol, barritas energéticas y
gominolas (me encantan) y por supuesto agua y sales minerales. Y los preciados bastones ligeros que tanto me
ayudan en las subidas y desmontables para guardarlos en las bajadas y en los
escasos llanos.

Pasaré los Lagos de Covadonga
rápidamente llegando al Refugio Vegarredonda a mediodia y sin entretenerme me
dirijo hacia el paso de la Forcadona.
Una zona muy entretenida y divertida ya que exige ir muy atenta de hitos
y GPS para no desviarme con alguna
trepada sencilla. Al llegar arriba me
emociono y me permito unos minutos para saborear el momento. La bajada es brutal y enseguida llego al
Refugio libre de Vegahuerta donde puedo volver a llenar mi bidón para continuar
bien hidratada hasta el maravilloso Refugio de Vegabaño que se encuentra en un
lugar idílico. Aquí hago una pequeña
parada para comer un par de barritas y tomar otra coca-cola. Sé que desde este punto hasta Cordiñanes me
toca correr ya que es un tramo de bastante pista y llano pero aunque no me
motiva este tipo de terreno estoy muy concienciada y conseguiré no dejar de
correr ni un segundo. Antes de
Cordiñanes cogeré fuerzas en el bar de Posada de Valdeón para afrontar la dura
subida al precioso, espectacular e increíble Refugio Collado Jermoso donde se
pueden apreciar las mejores puestas de sol del mundo. En la subida me quito la camiseta ya que
llegaré arriba con los últimos rayos de luz y agradeceré volver a ponérmela
seca para afrontar la noche y con ella la caída de las temperaturas. Como siempre es un placer saludar al más que
simpático guarda Pablo, quién ha conseguido convertir este refugio en todo un
hotel de cinco estrellas. Me tomo otra
coca-cola y sigo mi camino concentrada ya en superar la noche de la mejor
manera posible.
Ya estoy corriendo por la pista
que se dirige al famoso Teleférico de Fuente Dé para poco antes de este
desviarme hasta el Refugio privado de Áliva.
Ahora sólo puedo pensar en llegar a las Vegas de Sotres donde tengo una
bolsa con comida, ropa, botiquín… que escondí hace un par de días. Es medianoche y resguardada en una “pequeña
cueva” será una gran cena (tortilla, jamón, chocolate, plátano, almendras
saladas… había de todo) No tengo ningún
problema de ampollas u otros así que con el estómago lleno me dirijo hacia el
temido Jidiellu. Como en otras ocasiones
se me hace dura la subida pero consigo mantener un ritmo constante muy bueno. Después de librarme de la caída de una piedra
bastante grande que pasa muy cerca (consecuencia de varios rebecos que están
vigilándome) consigo llegar arriba y este es otro gran emotivo momento ya que
soy consciente de que llevo gran parte de la travesía realizada y conseguir el
objetivo de terminar empieza a cobrar fuerza.
Con la piel de gallina y enormemente contenta guardo mis bastones para
correr hasta el Refugio de Andara. Su
guarda Kike es un chico encantador, me gustaría saludarle y contarle que estoy
intentando completar el anillo pero creo que a estas horas de la madrugada no es muy buena idea. Desde aquí llegaré con facilidad al pueblo de
Sotres donde me hubiese encantado poder sacarme una foto en Casa Cipriano con
Sonia y Juanjo que tan bien nos tratan siempre.
Una pena que todavía sea noche cerrada.

Conozco como la palma de mi mano
el camino que lleva hasta el famoso y concurrido Refugio Urriellu así que
desvío mi pensamiento y me vienen imágenes de personas muy queridas que ya no
están pero que estoy segura me acompañan en mi camino. En el refugio sus guardas Sergio y Tomás (hoy
libraba Iñigo que pena) se afanan en su trabajo ya que hay mucha gente. Me tomaré un café bien calentito y comeré
algo rápido, se hace de día y estoy deseando llegar hasta el Refugio de
Cabrones. Y al llegar a la Corona del
Raso me recreo con todo el esplendor del amanecer. Un hermoso sol rojizo y el Picu a mis pies…
no puedo pedir más… el dolor del gemelo desaparece, y no puedo estar más feliz.
Croníca de Sonia Regueiro
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