martes, 23 de enero de 2024

RAFA ESTERUELAS. VOLVER A VIVIR.

No recuerdo cuanto hace que conocí a Rafa Esteruelas. Probablemente sería en el Albergue “El Último Bucardo”, ese lugar del pirineo donde todos los clientes formamos una gran familia, la familia Bucardo, o quizá en alguna carrera de las tantas que hay en las Terres de l’Ebre.

Rafa hace muchos años, corría por la montaña y tenía un sinfín de proyectos en su inquieta cabeza. Estuvimos en muchas carreras juntos, tanto por Aragón como por nuestras apreciadas Terres de l’Ebre. Rafa corrió ya en el 2010 la Jungfrau-Marathon y posteriormente en el 2012 la CCC. En 2017 también estaría en  Sierre Zinal, de donde guarda con mucho cariño una foto con el admirado Kilian Jornet.

Que grandes recuerdos de esos años, entre el 2015 y el 2017, cuando Rafa organizó unas esas quedadas de corredores de montaña. Nos quedan tan bonitos recuerdos de esas concentraciones con tantos amigos en el Albergue de mi pueblo, Sin, o en ese bonito pueblo del Matarraña que es Cretas. Rafa también abrió una tienda en su pueblo, en Alcañiz. Allí, de su mano, nacería Trail Running Alcañiz, tienda y

también equipo de competición. Todo iba sobre ruedas, hasta que Rafa comenzó a sentirse algo flojo, cansado, y se hizo unos análisis. Y llegó la bomba.

Todo cambiaría con una llamada de teléfono. Era del Hospital de Alcañiz y le comunicaron que se presentará rápidamente, sin perder tiempo, en el Hospital tal de Zaragoza. Ese mismo día, el 30 de diciembre de 2017 ingresaría en el Miguel Servet, (Iba a ir a la nochevieja del Bucardo).  Repetir prueba y rápidamente lo enviaron, el mismo día al Hospital Miguel Servert de Zaragoza

Desde ese día la palabra LEUCEMIA seria la protagonista de su vida. Largas estancias en el hospital, algún viaje a Alcañiz y vuelta a ingresar. Comenzaba una etapa de 3 meses de quimioterapia, aunque Rafa no cedía y cada dia en el hospital tenia como objetivo 5000 pasos por la mañana y otros 5000 por la tarde. Tras 3 tandas de quimio, la enfermedad seguía allí y se decidió hacer un autotrasplante, con 1 mes dentro de una cámara totalmente aislada del mundo. Era junio de 2018. Tras una prueba se vio que la enfermedad podía reproducirse y se decidió, hacer cuanto antes un trasplante. Se necesitaba un donante de médula y allí apareció la figura de su hermana. Allí apareció la figura de su hermana que no lo pensaría.  Y se realizó ese trasplante, en septiembre de 2018.

Tras ese trasplante la leucemia desaparecería. Rafa volvió a hacer una vida normal. Volvió a su pueblo e incluso participaría en la Marcha senderista de la Trencacims. Seria mayo de 2019.  Pero poco después, en agosto de ese mismo año, cada vez que Rafa salía a andar, el aire le faltaba, no le llegaba a los pulmones. Más pruebas y apareció un efecto secundario del trasplante. Las nuevas células habían atacado de lleno a los pulmones. Poco a poco se vería enchufado a una bombona de oxígeno, sin apenas poder andar sin agotarse. Rafa adquirió una handbike y con ella haría sus buenos kilómetros por Alcañiz y hasta por sus alrededores, hasta que después de ese duro año del Covid, su movilidad ya sería prácticamente nula. Rafa no podría ni dar 2 pasos sin agotarse y la dependencia tanto de su “moto”, como de la botella de oxígeno seria total.

Habían pasado ya 5 años desde que comenzó todo, pero en enero de 2023 llegaría un rayo de esperanza. Podía existir la posibilidad de un trasplante de pulmón. Pruebas y más pruebas y finalmente una buena noticia. El trasplante era posible. El lugar estaba claro, sería en la Val d’Ebron de Barcelona, pero él no podía estar a más de 1 hora de dicho centro. Por lo que, en julio de 2023, tocaba desplazarse a la ciudad Condal, con sus maletas, su handbike, su botella de oxígeno y hasta con su bicicleta estática.

Y allá que se fue Rafa, tras unos días en un piso compartido con otros pacientes, buscaría otro piso, allí, en Hospitalet, donde le pudieran visitar sus hijos, y donde su pareja pudiera acudir a acompañarle todos los fines de semana. Y esperar.

Tras 4 días en Barcelona llegaría la primera llamada del Hospital, había un par de pulmones, pero Rafa iba de reserva y no hubo trasplante. De nuevo tocaba esperar. El 8 de octubre, 3 meses después de su traslado, de nuevo sonó el teléfono. En este caso Rafa era la primera opción. Tras todo el día en el Hospital y con todo preparado para entrar al quirófano, se desecharían esos pulmones, no eran válidos. Y de nuevo vuelta al piso. A seguir esperando. Pero en esta ocasión la espera sería muy breve. Una semana después, el 15 de octubre, unos nuevos pulmones. Otra vez corriendo al hospital. Esta vez era la buena. No creo que se pueda expresar lo que Rafa sintió cuando se despidió de su compañera, Marta, y de su hermana y entro en el quirófano, con 10 horas de operación por delante y con la posibilidad de no despertarse nunca en el aire. Tres horas más tarde, saldrían los doctores a descansar y darían una primera información. Habían trasplantado un pulmón. Todo había ido muy bien. A por el otro, de nuevo a esperar. Una espera que sería relativamente breve. Tras 6 horas desde el comienzo, la operación había finalizado. Y todo había ido bien. Ahora tocaba de nuevo esperar como iban evolucionando esos pulmones en los primeros días. 3 días en la UCI totalmente sedado, intentando que los pulmones comiencen a reconocer el nuevo cuerpo y empiecen a

hacer su función. Al tercer día la cosa ya iba bien y Rafa despertó, aunque todavía le quedaban otros 4 días de UCI y otros 3 días más en la unidad de semicriticos. Diez días después de la operación lo trasladarían a planta. Todo iba sobre ruedas y en un par de semanas Rafa de nuevo volvía a ese piso de Hospitalet. Unos cuantos viajes al Hospital, unos cuantos  controles más y el 8 de noviembre ya estaba en Alcañiz, con sus pulmones muy adaptados y trabajando perfectamente.

Actualmente, 3 meses después de la operación, esos pulmones funcionan muy bien,  Rafa funciona ya bien, y ya va haciendo sus caminatas de hasta 5, 6 kms.  ya  esta pensando en volver a correr, en volver a hacer alguna carrera por montaña y ya tiene en su mente una nueva quedada de corredores de montaña. 6 años después de que comenzara todo, Rafa Esteruelas vuelve a la vida, a una vida prácticamente normal. No puedo decir que Rafa vuelve a sonreír, porque él nunca ha dejado de hacerlo. Siempre, en todo momento, hasta en los momentos más críticos, y más duros de la enfermedad, Rafa ha sido optimista, nunca ha perdido la fé.  Siempre ha tenido en su  mente la ilusión por volver de nuevo a la montaña, corriendo, o andando, pero que sin lugar a dudas esa conexión no la iba a perder y sabía que volvería. Ahora lo ve cerca, muy cerca ya. Lo hará, sin lugar a dudas, por él y por esos pulmones, por esa persona que le dono su vida.  Y sí queréis seguir su evolución podéis seguir su nuevo Instagram   @rafasimons72

PD. Quizá, todo esto no hubiera sido posible, sin la figura de Marta Gistas, su pareja, su compañera de vida. Una mujer, una chica que ha luchado tanto como Rafa, siempre a su lado, siempre optimista, siempre con su chico. Su gran apoyo, su alma gemela.

Y unos datos:

España es líder mundial en cuanto a donación de órganos. Gracias a la solidaridad de nuestros compatriotas, a la sanidad pública y a la de los grandes profesionales que lo hacen posible. Reslatar también que cada vez existen más donantes entre personas vivas.


El crecimiento en 2023 fue generalizado en todos los tipos de trasplantes. Se realizaron 3.688 trasplantes renales (8% más que el año anterior), 1.262 hepáticos (+9%), 479 pulmonares (+15%), 325 cardíacos (+5%), 100 de páncreas (+9%) y 7 intestinales (+75%).

GRACIAS a todos los donantes.

2 comentarios:

Carmelo Lucea dijo...

Muy buen artículo Ramón. Y un gran ejemplo de lucha el de Rafa.

Monrasin dijo...

Gracias CArmelo.
Pues si, un verdadero ejemplo de lucha!