lunes, 26 de septiembre de 2011

ULTRA TRAIL DEL MONT BLANC

PRIMERA PARTE
Tras un año de intensa preparación tanto física como mental ha llegado el momento. Día 26 de Agosto, llevamos desde el 22 en Chamonix con un tiempo espléndido, haciendo pequeñas excursiones familiares para aclimatar a la altura y no desgastarme muscularmente, en una de ellas nos hacemos unas fotos con Kilian Jornet, el mejor corredor de montaña del mundo y gran favorito para la prueba, al que están haciendo un reportaje para la televisión, también nos graban a nosotros. La mañana del 26 la utilizo para la preparación de la mochila, y para culminar algún detalle que me falta, pilas de recambio, venda adhesiva, elección de botellines de agua en lugar de camel back, chubasquero con Goretex, y las dudas de las zapatillas etc…
El parte meteorológico indica que por la tarde habrá fuertes lluvias en la zona. Corre el rumor de que se retrasará la salida de la carrera de las 6h. 30m. a las 11h. 30m., 5 horas. Empiezan a acudir los nervios, ¿será cierto, no será?. Una vez confirmado el nuevo horario, nos envían SMS, con los nuevos tiempos de corte y cierre, que en su momento causarían estragos, la mitad aproximadamente de los corredores no pudo finalizar al Ultra.
Tras la cena que no estaba prevista, y ya ataviados con la correspondiente equipación obligatoria, yo he elegido mallas piratas y calcetines largos, me dirijo a la línea de salida con una hora de antelación, juntamente con Enrique, fragatino y también compañero de Peña Guara. Estamos con paraguas, pues llueve bastante. Hacemos las correspondientes fotos familiares. Se acerca el momento de la salida, intensas emociones se sienten en el ambiente, estamos como “piojo entre costura”, nos hemos colocado por la mitad.
Tras mucho oír a la gente y a los presentadores, comienzan los acordes de “Conquest of Paradis” de Vangelis, con los que se dan la salida a la Ultra. Los primeros corren, nosotros que salimos por la mitad, nos pegamos unos 7 minutos andando a pasitos cortos, como si fuéramos un Charlot cualquiera, a partir de estos minutos empezamos a correr suavemente, tras haber saludado a la familia que está viendo la salida. Continua lloviendo bastante, pero con la emoción el agua ni la notamos. Hemos comenzado la Ultra, la Ultra por excelencia, la mas grande, pues siempre no se da la vuelta al Mont Blanc, han salido muchas Ultras a imitación de esta, pero ninguna podrá igualarla, pues por mucho que lo intenten nunca darán la Vuelta al Mont Blanc, y sus 70 glaciares (de momento). Hemos comenzado una carrera dura, durísima en las bajadas, de 166 Km. y 9.500 metros positivos y otros tantos negativos, ( que para mí serán los mas duros). Aunque debido a algún pequeño cambio en el recorrido, por desprendimientos en la zona suiza de la Bovine, finalmente serian mas de 170 km y en torno a los 10000 m. de desnivel.
Para mí y para la mayoría más que una carrera Ultra de Montaña es una aventura. Objetivo: acabarla. No todo el mundo puede, las circunstancias de carrera mandan. Al final acabaríamos la mitad, como suele ocurrir casi siempre.
Salí bastante atrás, por DELEVRET, km. 14 de carrera, pasé en el 1383, de aquí en adelante y hasta el final no pararía de adelantar corredores, incluso en los peores momentos de la carrera. La salida es suave, las emociones fuertes, la noche es cerrada, llueve, y comienzo a calarme de agua hasta los huesos, pero si no se para, el cuerpo mantiene la temperatura. Es de noche, pero es de día, los cientos de frontales hacen en el camino una serpiente de luz continua. Y como continúa lloviendo, el paso no es muy rápido, vamos bebiendo y comiendo algo. La bajada desde DELEVRET (1.776 m.) hasta LES CONTAMINES (1.170 m.), es una bajada bastante resbaladiza por la hierba y el barro, varias veces hago ademán de resbalar y caer, al final besaré el suelo, no pasa nada, en caliente los golpes y caídas ni se notan. En lo alto el frío y la mojadura se complementan, yo lo aguanto bastante bien, bajamos rápidamente para que suba la temperatura y no coger demasiado frío. Tras comer algo en LES CONTAMINES, comienza una larga subida hasta el COL DU BONHOME ( 2.329 m.) y el REFUGIO DE CROIX DE BONHOME (2.443 m.) Km. 45 de carrera. Subo bien, pero en el avituallamiento de LA BALME, me tomo un caldo, y me sienta mal. Le digo a Enrique que se vaya, que hasta que no se me pase el mal rato no sigo. Tras calentarme un rato en la hoguera, salgo despacio para arriba, pero enseguida vomito, he vomitado todo el caldo. Aquí comienza mi calvario con la alimentación en esta Ultra. Ya no me podría comer bien, tendría que parar mas rato de lo necesario en los avituallamientos para intentar comer un poquito, pues no me pasaba la comida. Luego me alimentaría de Coca-Cola, thé, agua, agua con Sales y algo de comida que lograba pasar a duras penas, carne de membrillo que llevaba yo, algún embutido sin pan, alguna galleta, y los 7 geles energéticos que llevaba.
Amanece subiendo al COL DU BONHOME, comienzan las nubes a correr, y ya no llueve, el paisaje y el amanecer son maravillosos. Allí el paisaje se torna nevado, ya no hace tanto frío, pues no paramos de correr en las bajadas. Comienza la bajada hasta LES CHAPIEUX (1.549 m.) no paro de adelantar a corredores, al llegar a este avituallamiento habré adelantado en esta bajada, con muy buenas sensaciones, a 139 corredores, en 5 km. y 900 m. de desnivel negativos.
En el siguiente COL DE LA SEIGNE (2.516 m.), comienza a nevar un poquillo, nieve y ventisca se juntan, pero ya comenzamos a ver los Glaciares de la Cara Italiana del Mont Blanc, impresionantes, glaciares de nieve en las partes alta, de nieve y roca en las medias, y de rocas pura en las bajas (llegan hasta el valle). Aún yendo mal en las subidas adelanto gente. 45 en la subida al COL DE LA SEIGNE, y 113 en la bajada al siguiente avituallamiento de LAC COMBAL, aquí ya me voy solo, desde aquí en adelante, tanto Enrique como yo haremos caso de nuestros biorritmos de carrera. Antes de COURMAYER queda una subida hasta la ARÊTE MON FAVRE, y la correspondiente bajada, un poco menos de mitad de la carrera. Desde la MAISON VIEILLE (Estación de esquí), a mitad de camino desde la ARÊTE hasta COURMAYER, la senda está preparada para los Turistas, con escaleras, por lo que para mí cada peldaño de la escalera se convierte en un suplicio, sufren los cuadriceps, pero corro, las bajadas las haré siempre corriendo, nunca andando, adelanto a 67 a pesar de los cuadriceps. Buen ambiente en COURMAYER, mucho público animando. ¡Bravo Francisco¡ Se nota que leen el dorsal personalizado. Los ánimos suben la adrenalina. Aquí en COURMAYER, estaré 37 minutos, intentaré comer lo que me pase, está todo abundante, la pasta no me pasa, pero como galletas con cecina, y bebo Coca-Cola, y agua. Me cambio de ropa, todo de la parte de arriba. El día es muy bueno, ya hace calor por lo que la ropa de abrigo la pongo en la mochila. La carrera va por el centro de COURMAYER, bastantes ánimos de los Italianos, y buena subida hasta los Refugios de BERTONE Y BONATI (2.010 m.), en este estoy bastante rato intentando comer algo porque veo que hay algunos corredores apajarados, enfermos, con mantas. Salgo, y a correr tocan, aunque adelanto corredores en la bajada, he estado tanto rato en BONATI que cuando llegue al avituallamiento de ARNUVA (1.769 m.), habré perdido 26 puestos. Las vistas del Macizo del Mont Blanc desde aquí no tienen precio, espero no darme ningún tropezón, ni me acuerdo del cansancio, sigo mirando a los glaciares, los inspecciono de arriba abajo. A partir de aquí comenzará la segunda parte de la carrera, que con la caída de la segunda noche, a partir del COL FERRET, se convertirá una noche que será Toledana, sueño, mal comido, destemple, cambios de recorrido etc.

SEGUNDA PARTE:
En ARNUVA no estoy mucho rato, enseguida salgo, subo tranquilo. Conforme avanzo en la subida comienza a bajar la niebla, empieza a hacer frío, el día ha sido buenísimo, pero al llegar al COL FERRET, km 99 y punto más alto de la carrera con 2517 m, la niebla es espesa, hay que tener cuidado en no perderse, aunque está bien señalizado me fijo bastante. En la bajada cae la noche y desaparece la niebla. Me resisto a ponerme el frontal, quiero ponérmelo en LA FOULY, pero no queda otra que parar a colocarlo, si no quiero matarme. El bosque impide que penetre la luz. Una vez puesto, ya en la carretera veo a mi hijo Javier, a David, Sonia y Ramón (seguirán esta parte de la carrera hasta la meta yendo en coche de avituallamiento en avituallamiento).
Espero a Enrique que está a pocos minutos ( le he dicho a Javier que me deje dormir 5 minutos y me despierte, finalmente serán 10), me he cambiado de camiseta, comienza el bajón. Intento comer desesperadamente, pero no me pasa nada. Cuando llega Enrique, y después de un rato, salimos, yo con el semblante cansado, y pensando en si llegaré o no llegaré, muscularmente estoy todavía bien, pero queda mucho para lo mal alimentado que estoy. En este avituallamiento he estado 40 minutos, y no he descansado casi. Comenzamos juntos con Enrique, hasta CHAMPEX, aquí la gente duerme bastante, estamos en el km 124, con lo que aunque haya perdido tiempo, entre LA FOULY Y MARTIGNY, adelantaré a 122.
No había que pasar por MARTIGNY, pero unos desprendimientos en BOVINE han hecho que la organización cambie el recorrido, hay una bajada durísima, seguida de una subida y una bajada hasta MARTIGNY, a mitad camino he parado y he perdido a Enrique, el ha seguido para adelante. A mí me entra el sueño en este tramo enrevesado. Me siento en una piedra y duermo. No se cuanto estoy, espero que poco. Sigo mi camino cuando despierto y llegó a MARTIGNY (476 m.), allí hay un pequeño avituallamiento, previo a una tremenda subida, no se de cuanto, pero resultaría que sería de unos 1.200 m. hasta el COL DE FORLAZ (1.562 m.). Ando para arriba, ni veo a nadie ni nadie me ve, voy haciendo eses medio durmiendo, medio despierto. Me pego torzatos en la cara, me cuesta mantener los ojos abiertos. Un corredor con casco de Vikingo me adelanta, y luego se para en una fuente. Esta es la mía, me paro también, y me lavo la cara y me echo agua por el cuello. Ya comienzo a despejarme, y empieza a amanecer, menos mal, el sueño ya no me atacará más. Ya en el collado, empieza una fuerte bajada hasta TRIENT, en la subida no he adelantado a nadie, pero en la bajada vuelvo a toparme con corredores y a adelantarlos.
En TRIENT, km 140, está toda la familia, por lo que en este avituallamiento nos damos saludos y besos, un poco de cachondeo con el “speaker” y como lo poco que puedo, bebo, y para arriba, me dicen que hay una subida de 400 m., serán 700, y una fuerte bajada hasta VALLORCINE, es el km 150, ¡solo quedan 17!. Aquí me vuelvo a encontrar con Enrique, que sale pitando. Intento comer algo, pero como no me pasa nada, recojo los bastones, botella en mano, y salgo como si fuera una carrera de Montaña, me dirijo hasta Chamonix, pasando por Argentiere.
Una pequeña sorpresa nos tiene preparada la organización con la con subida por el mirador bajo de Chamonix, aquí los corredores parecen ir agotados, van casi todos andando. Yo me he propuesto correrlo todo, adelanto a unos 20, corro también en las subidas.
Muy cerca de Chamonix adelanto a Enrique que baja más despacio. Ya en el pueblo aflojo el ritmo para disfrutar del momento, voy saludando al público.
Al final y tras 36h.39m. llego a meta. Cansado, descompuesto, pero vivo. Feliz de haber acabado, saludo de los organizadores, besos a la familia, dedicación a los que me han acompañado en Chamonix y a mi hermano Enrique, señalando el cielo.
Enseguida llega Enrique, parece fresco, en cambio yo parezco lo contrario, destrozado.
Tras un ratillo de descanso, decido ir a ducharme, a dormir unas 4 horas. Me tomo un plato de sémola de arroz, ahora me pasa. Y vuelvo a meta para ver el final de la carrera orgulloso con mi chaleco de FINISHER (EL QUE ACABA).

CONCLUSION
Ha sido una experiencia inolvidable, sufrida, de llevar al cuerpo al límite, compensada por los maravillosos paisajes, los ánimos de familiares, amigos y espectadores. Las dudas que podría tener por si podría ser capaz de acabarla han quedado disipadas. Experiencia positiva al fin. NI EN MIS MEJORES SUEÑOS PENSÉ EN QUEDARME TAN BIEN.
Los momentos claves negativos: el no poder alimentarme correctamente, el sueño, y el dolor de cuadriceps.
Los momentos claves positivos: mi cuerpo ha respondido a la falta de alimentación por la buena preparación física y mental, no me he apajarado en ningún momento. Quizás he podido bajar el rendimiento, pero mi cuerpo ha aguantado bien la carrera. El frío lo he soportado bastante bien. Y sobre todo que creo que he corrido bien, he corrido en todas las bajadas y en el llano. Desde VALLORCINE he corrido tanto las bajadas como las subidas.
Secuelas físicas de la carrera: Un poco escocido en la entrepierna. Dolor de ambos cuadriceps y de la rodilla derecha.
Pérdida de peso: aproximadamente 5 kg.
Secuelas psicológicas: Un problema muy gordo ha acaecido en mi mente, no he perdido las ganas de correr, es más tengo ganas de repetir. Me lo haré mirar por mi amigo Carmelo, psiquiatra, pero creo que a día de hoy no se puede corregir este problema.
Francisco Javier Sanagustín Agustín
Dorsal: 1.808
Puesto: 233 en la general, 218 general hombre y 19 en veteranos de mi categoría (50 a 59 años)
Tiempo: 36:39:49

4 comentarios:

autenticasbotas dijo...

Leyendo esto se me disipan las dudas que tenía sobre el echarle cojones para ir un año.
Espero en dos o tres años poder vivir lo que has vivido.
Ole tus huevos.

Juanma M. Pinto dijo...

Te admiro profundamente, a la vez que envidio tú experiencia.
Has hecho una carrera magnífica con un resultado extraordinario.
Genial, ENHORABUENA!!!!

lo manso dijo...

Enhorabuena Javi, eres un monstruo.
Vigila con la conclusión a la que llegas al final de tu crónica, este guasanillo que se nos ha metido dentro es capaz de comerse cualquier cosa.

Joel dijo...

He alucinado leyendo... grande, grande, muchas felicitaciones por la vivencia y el resultado. A título personal lo veo lejos, hay que estar muy bien entrenado y tener experiencia para emprender un ultratrail como éste. Tu experiencia valdrá para otros... gracias!