viernes, 20 de noviembre de 2009

VUELTA POR EL ABADIADO DE MONTEARAGÓN

Como el día acorta bastante decidimos ir por la tarde a recorrer las pistas del Abadiado de Montearagón. Aparcamos el coche en el cementerio de Loporzano debido a que hay unas magníficas vistas del Castillo de Montearagón con Huesca al fondo. El recorrido lo hicimos circular y en sentido contrario a las agujas del Reloj. Salimos del aparcamiento en dirección norte para coger el primer desvío a la derecha que en bajada nos lleva a Loporzano. Esta pequeña población esta situado a 9 km. de Huesca, a 581m de altitud, y con 520 h. El monumento que más resalta en esta localidad es su Iglesia Parroquial dedicada a San Salvador, que data de entre los años 1598-1601, cabe mencionar que en la fachada se puede divisar una lapida funeraria de interesantes características. Una enriquecedora visita se puede realizar a la galería del pintor belga Willy Frissen, que desde hace ya varios años ha instalado su vivienda en esta localidad y en ella expone sus mas variadas obras. Así como bonitas portadas y escudos heráldicos, en las construcciones típicas del somontano de Huesca. De Loporzano salimos por el Este a coger una pista que en dirección norte nos llevará a Sasa del Abadiado, sin ninguna pérdida pues enseguida encontramos carteles indicadores. Nuestra sorpresa fue ver a la entrada el pozo árabe, fuente, que no conocíamos. Agradable rincón, lleno de ramas de árboles caídas por las últimas tormentas. (situado a 12 km. de Huesca, 607m. de altitud, y con 39 hab., localidad agrupada alrededor de una plaza donde se ubica la iglesia. Arquitectura doméstica en consonancia con el área -piedra, ladrillo y tapial- al igual que en la mayoría de los pueblos del somontano, alzada mayoritariamente en el s. XIX. La parroquial de Santa María es proyecto renacentista, ampliada con capillas laterales en el s. XVIII. La ruinosa ermita de San Vicente -popular- tiene a su alrededor importante necrópolis medieval de sarcófagos y lajas). Y ya saliendo por la calle que pasa por delante de la Iglesia, y cruzando la carretera, cogemos una pista que en dirección norte, y sin dejarla por otras que salen a izquierda y derecha, y tras un largo recorrido desemboca en el camino que une Barluenga con la ermita del Viñedo, un cartel indicador nos indicará la dirección a Barluenga, dirección oeste, nuestro próximo destino. Dicho sea de paso, en Sasa del Abadiado se nos incorporaron 2 compañeros de fatigas rubios que no nos dejarían ya en toda la marcha. Una vez en Barluenga (es un lugar de unos 50hab. a 673 m. de altitud. Población del Somontano distribuida por la plaza Mayor y la carretera de acceso que sobrepasando el casco urbano se dirige a San Julián de Banzo. La parroquial de San Andrés sigue la línea del gótico aragonés y fue levantada en 1562. Adosada al cementerio, la ermita de San Miguel -Monumento Histórico Artístico- es edificio del s. XIII, guardando espléndidos frescos murales realizados a principios del s. XIV. Otros elementos de interés son: la ermita de San Gil, cruz de término y fuente, obras del s.XVIII.). Lo cruzamos y seguimos por la carretera hasta la última curva que nos llevaría a la carretera principal de Loporzano a Vadiello, en esta curva cogemos la pista que nos llevará al Saso de Loporzano y Cementerio. Aquí en Barluenga se nos unió un nuevo compañero de fatigas, esta vez negro, que también vino a disfrutar de las buenas pistas de esta zona del Abadiado. Llegamos ya anocheciendo, por lo que vimos el Castillo de Montearagón con el fondo iluminado de Huesca. Una maravilla.
En total unos 12 km en hora y cuarto.

ALGUNA FOTO.

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