jueves, 15 de octubre de 2009

TOUBKAL (4167 m)

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Nuestro ascenso al Toubkal comenzó en el aeropuerto de Reus. Y es que esto de los vuelos baratos es un verdadero chollo. En menos de dos horas estábamos en el aeropuerto de Marrakech. Allí ya nos estaba esperando nuestro amigo Hassan con el que habíamos contactado para que nos llevará en coche hasta Imlil (1740 m.), pueblo desde donde comienzan la mayoría de ascensiones al Toubkal.
Mientras esperábamos a otros 3 elementos que venían de Madrid, ya negociamos el resto de la semana con nuestro nuevo amigo. Hassan, como buen marroquí es capaz de vendernos una manada de dromedarios.
Los 3 esperados madrileños, resultaron ser unos buenos montañeros, con ascensión al Everets incluida y también amantes de las carreras de montaña.
En hora y media estábamos en Imlil, población bereber de no mas de 600 habitantes. Después de unas pizzas nos dirigimos a Aremd (1920 m), con más del doble de población que Imlil, pero al que solo se puede llegar en 4x4 o andando, como fue nuestro caso. Media hora escasa.
Ya en Aremd los madrileños prosiguieron su ruta hasta el refugio Netler, puesto que lo suyo era un “Toubkal espress”, mientras nosotros tomábamos posesión de la casa de Hassan, que también entro en el “pack”.
Al día siguiente, tranquilamente, cargamos la mula con nuestras mochilas (10 eurotes) y sin ninguna prisa empezamos la larga senda, que de forma cómoda asciende hasta el Netler (3.207 m.), pasando por las “4 casas” con piedra de oración incluida y algún chiringuito comercial, llamada Sidi Chamarouch (2310 m). Hasta el Netler son unos 1300 m. de desnivel que muy cómodamente se hacen en menos de 4 horas.
Nos gustó el Netler, con buena cena, decente desayuno y un buen plato esperando también a todo el que descendía de la montaña. Buen ambiente también en el interior, con una sala con estufa y bastante turista Español. Muchos guías marroquíes también, muy majos y con muy buen rollo, con un estupendisimo trato a sus clientes. Y es que gran cantidad de los que ascienden al Toubkal contratan algún guía local, que vienen a costar sobre 30 o 40 euros y aunque para nada es necesario este servicio, debido a la poca dificultad del ascenso, si que es una buena manera de dejar algo de dinero en la zona, que a muchas familias les vendrá muy bien, haciendo el ascenso mucho más ameno con alguien muy conocedor de la zona.
Como anécdota, mientras estábamos disfrutando de la tarde en la terraza del refugio, llegó un guía con un par de clientes desde Imlil, montó una tienda de campaña, se puso el pantalón corto y salió disparado hacia el Toubkal. En hora y cuarto estaba de nuevo en el refugio después de haber pisado la cima. A todo esto Alberto y Enrique, por no aburrirse en el refugio se habían subido a un 4000, el Afella, que parecía muy asequible. Al final no lo fue tanto y tuvieron que desistir a escasos 40 m. de la cima, era fácil, pero por otra vertiente. Se llevaron como compañeros de esta primera toma de contacto a dos de los tres madrileños, que acababan de bajar del Toubkal.
Por la mañana en el refugio, la gente se empieza a mover rápido. No así nosotros, tampoco teníamos mucha prisa, puesto que la siguiente noche también dormíamos allí.
El sendero, inequívoco y con mucha romería, se encamina por detrás del refugio para ir a ganar una pala, bastante vertical, que desemboca en una canal. La senda esta muy bien marcado y no tienen ninguna dificultada. Los cientos de puntos rojos hechos con espray, como marcaje de una carrera imposibilitan ninguna pérdida. Poco a poco se va ganando altura, pero sin ver en ningún momento el pico, prácticamente hasta llegar al collado, ya a 4000 m.
Una hora cuarenta y cinco minutos nos costo llegar hasta ese punto, aunque Alberto ya hacia ratos que nos esperaba allí. Mucha gente ya estaba descendiendo y se divisa perfectamente la pirámide metálica cimera. Nosotros en lugar de ir hacia el Toubkal, giramos a la derecha, por una senda muy clara, para llegar a la cima del Toubkal Oeste (4030 m.), después de una fácil trepada y en escasos 15 minutos.
Fotos de rigor y de nuevo al collado para atacar el verdadero objetivo. Parecía allí mismo, pero esa pala tan “poca cosa” me costó casi media hora y es que mis piernas no tiraban mucho. El sendero comodísimo hasta la misma cima, pero engaña algo, esta más lejos de lo que parece.
Una pareja abandonaba la cima al llegar nosotros. A partir de allí una hora para nosotros solos, con un tiempo inmejorable y unas vistas tremendas.
El descenso lo realizamos de forma circular, así seguimos un sendero claro que sale hacia la derecha y en un descenso muy bonito, algo vertical y muy resbaladizo por la abundante gravilla. En menos de media hora llegamos a una planicie, desde donde podemos ascender un par de picos más. Menos de diez minutos cada uno, primero el Imouzzer (4010m) y posteriormente el Oumlilene (3876 m), con un motor de avión o helicóptero en su cima y el resto del aparato desperdigado por la falda de la montaña. De esta última cima al refugio una hora escasa por una senda sin ninguna dificultad salvo los resbalones de rigor.
Para el día siguiente quedaron el Ras (4083 m) y el Timizguida (4089 m), que “conquistaron” Enrique y Alberto en poco menos de 2 horas.
Este es el correo del refugio Netler: kaditrek@gmail.com
Y ESTA es la agencia de Hassan, que con poco más de 20 años y con una simpatía digna de mención, os organizará y facilitará cualquier idea que tengáis en la cabeza. Rutas, coches, alojamientos, etc. Eso si, es duro, duro negociando.


3 comentarios:

joanjo dijo...

Muchas felicidades Ramon. Estás que no paras!

teito dijo...

CASI RAMON OS PODIAIS HABER BAJADO LA FERRALLA DE ESE PICO TRAERLA AQUI HA HUESCA Y LA HUBIERAMOS VENDIDO PA ALMORZAR JEJEJEJE EL DOMINGO NOS VEMOS

Lola Steiner dijo...

Qué envidia!!!!