LOPORZANO-AYERA-LOPORZANO

Para salir de la rutina habitual de recorrer los caminos de los alrededores de Huesca, hemos decidido coger el coche hasta Loporzano (lugar de lobos), y hacer un entrenamiento de reconocimiento turístico de las faldas de Guara. Es el somontano (bajo monte) oscense, al pie de la sierra de Guara, con pistas magníficas, campos de labor, cruzando algún que otro carrascal, y algún olivar. Partiendo de Loporzano, lugar de 82 h. a 581 metros de altitud, en donde sobresale la arquitectura doméstica del somontano, y sobre todo en las fachadas las portadas con arcos semicirculares o apuntados, tomamos una pista hacía el este en la parte noreste del pueblo que siguiéndola sin salirnos de ella y tras una pequeña subida, vemos Bandalies, con sus 37 h. y 502 m. de altitud, pueblo en el que se puede visitar la alfarería de la familia Abió-Carreras, que alcanza una antigüedad de unos 700 años. Hacemos unas cuantas fotos también a fachadas típicas del somontano, y alguna portada, sobre todo la de casa Vallés, a la que le hacemos la foto correspondiente. En esta última merece la pena detenerse ante su imponente portada en arco de medio punto completamente cubierta con bajorrelieves. Cruzamos el pueblo y salimos por una calle al noreste en la que vemos un cruz de camino bastante esbelta, y desde la que ya se ve Ayera, que será el siguiente pueblecito al que nos acerquemos, preciosa pista, en dirección norte, por lo que además de ver Ayera, vemos los lugares de Castilsabás y Santa Eulalia la Mayor, y al fondo Guara, la Sierra de Matapaños, y el Salto del Roldán, que más queremos, pues que se despeje de nubes y podamos ver el paisaje. Entramos en Ayera cruzando un pequeño carrascal hasta la carretera, para dar un rodeo por el pueblo, y tras visitar la fachada de la casa solariega de los Cina -escudo armero-, damos una vuelta por el pueblo, y nos vamos al barrio del sur para coger una pista que en dirección oeste, dirección a Sasa del Abadiado, y tras dejar algunas que se desvían de la principal, elegir una que da un giro en subida, cruzando otro carrascal, nos llevará hasta el objetivo final que es la ermita de San Fertús, Por cierto Ayera, tiene 20 habitantes y está a 587 m. de altitud. La ermita de San Fertus, está en la mas absoluta ruina, con el tejado caído, los muros en franca destrucción, y su interior rellenado por los escombros del tejado y la vegetación que ha crecido debido a su impresionante y vergonzante abandono. Ermita románica de planta cuadrada, orientada al este y con su cabecera plana. Está edificado en buena sillería. Tras estar un buen rato haciendo fotos, seguimos por la pista que llega casi hasta las faldas de Castilsabas en dirección norte, dirección contraria hacía donde queremos ir, y donde ya vemos carteles anunciadores de los lugares de Loporzano, que es el que vamos a seguir, la ermita de Nuestra Señora de Elviñedo, y de Sasa del Abadiado. Siguiendo hacia el sur por los caminos señalados mediante carteles llegamos anocheciendo a Loporzano. Magnífica excursión, mas que entrenamiento. Pues nos hemos entretenido lo justo para admirar las bellezas arquitectónicas y paisajísticas de una parte del Somontano. Indicar que hacia Bandalies, Ayera y la ermita no hay ninguna indicación, por lo que la orientación o un plano de pistas no iría nada mal para el que no se conoce el terreno. Excursión para repetir y disfrutar de las magníficas construcciones domésticas del Somontano, numerosas casas con sus fachadas típicas de sillería y tapial, y algunas con unas portadas de una valor inigualable, tanto en Loporzano como en Bandaliés. Merece la pena visitarlas.

En total han sido 12 km y un poco más de una hora por un terreno más bien llano.
Javi.
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